J.M. Firearms Collection

WEBLEY FOSBERY Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Webley & Sons Co.
London. Birmingham
1901 - 1914
Semiautomático
152 mm.
1.240 Gr.
Pasta
El Webley-Fosbery “Semi-Automatic Revolver” fue diseñado por el coronel retirado George Vincent Fosbery (1832 - 1907) y producido por la Webley & Scott Co. entre 1901 y 1914. El arma es fácilmente reconocible por los dibujos en zigzag de su tambor.

El primer prototipo fue patentado por Fosbery el 16 de Agosto de 1895, patentando todas sus mejoras entre Junio y Octubre de 1896.

La aparición de las pistolas semiautomáticas y el apego que los viejos militares británicos tenían a sus revólveres, cuyos enormes calibres les habían salvado de más de una situación peligrosamente embarazosa en las colonias, hizo que este coronel ideara un revólver que, al igual que las pistolas, al producirse el disparo, el conjunto cañón y tambor retrocediese por unas guías de la armadura inferior aprovechando la energía del cartucho disparado, devolviéndolo por medio de un muelle a su posición inicial al mismo tiempo que giraba el tambor y dejaba armado el martillo, quedando así preparado para el siguiente disparo.

El cilindro en si es una obra de arte; está construido de forma tal que tras el disparo, en su recorrido hacia atrás gira un doceavo de vuelta por la acción de un perno prisionero en la parte superior del marco que recorría las acanaladuras en zigzag labradas en su superficie, al mismo tiempo que armaba el percutor. Al volver hacia delante, el cilindro vuelve a girar otro doceavo, dejando la próxima recámara frente al martillo.

El tambor no podía ser girado a mano, pues los pernos debían hacer su recorrido por los canales en zigzag; es por ello que este revólver fue concebido para que estuvieran cargadas todas sus recámaras, pues si una de ellas estaba vacía, o simplemente fallaba el cartucho, no se completaba el ciclo de disparo y para pasar a la siguiente recámara había que empujar todo el conjunto con la mano libre hacia atrás, del mismo modo que si hubiese sido disparado.

Una vez totalmente cargado, para prepararlo para el primer disparo bastaba con armar el martillo, aunque el manual aconsejaba empujar todo el conjunto manualmente hacia atrás asegurándose así que los pernos se ajustaban a los canales en zigzag. Al apretar el gatillo, entonces comenzaba el ciclo, disparando sus 6 cartuchos a una velocidad asombrosa.

Como la mayoría de los revólveres, el tambor es unidireccional y gira de izquierda a derecha. En los modelos más antiguos, para que no girara en dirección contraria, se dotó a los surcos de distintas profundidades. Pero este procedimiento resultó lento y carísimo; en las unidades posteriores se solucionó el problema, dotando al tambor de surcos uniformes que dibujaban ángulos que imposibilitaban girar en sentido contrario.

Como tantas ideas de la época, sonaba bien sobre el papel y en las pruebas, pero en los barrizales flamencos y los arenales de Palestina... era otro cantar. Por eso no tuvo demasiado éxito y nunca llegó a ser declarado reglamentario, ya que, a parte de que era muy costoso y difícil de construir, el sistema de retroceso, que está formado por unas simples guías abiertas era muy sensible al barro y la suciedad, y eso no es algo que no se puede permitir un arma destinada al servicio militar.

A pesar de los problemas citados, algunos oficiales lo compraron de forma particular, antes o durante la Guerra de los Boers y la Primera Guerra Mundial, donde lo llevaron al frente, ya que apreciaban la precisión y rapidez de disparo de este curioso revólver.

Si tuvo, en cambio, una buena acogida por parte de los tiradores deportivos debido a su precisión y rapidez. Walter Winans, el más famoso tirador británico de todos los tiempos; ganador de dos medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos de 1908 y 1912, lo usó para, en 1902, meter los 6 tiros en un blanco de 5 centímetros a doce pasos y en sólo 7 segundos.

Cuenta con un seguro, situado en la parte superior de la cacha izquierda, inusual en cualquier tipo de revólveres militares, debido a que como no podía ser usado en doble acción, para que quedase preparado para disparar en simple acción, se echaba el martillo hacia atrás y se accionaba el seguro, así, para dispararse, sólo había que desbloquearlo.

El proceso de la apertura, carga y descarga del Webley-Fosbery es idéntico al del Webley Mark VI entonces reglamentario. Erróneamente se ha creído que requería de un brazo fuerte que permaneciera absolutamente rígido para el perfecto funcionamiento del ciclo. El hecho es que lo completa aun con el brazo doblado y relajado.

Como quiera que recientemente se había inventado la mucho más potente pólvora sin humo, lleva la inscripción “455 Cordite” en la parte izquierda del armazón para evitar que fuese usado con pólvora negra, la cual no tenía la suficiente fuerza para completar la acción de este revólver.

En cuanto a su producción, los expertos sólo se ponen de acuerdo en que fue inferior a las 4.500 unidades. La idea más unánime es que se fabricaron 4.150 unidades en el entonces reglamentario calibre .455, y sólo unas 200 en calibre .38. El primero llevaba 6 recámaras y 8 el segundo. Su producción cesó en 1914, y como prueba de su poca aceptación, decir que, sin embargo, este revolver podía encontrarse hasta el año 1939 en los catálogos de la Webley y en longitudes de cañón comprendidos entre los 4, 6 y 7,5 pulgadas.