J.M. Firearms Collection

COLT ARMY 1860 Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Samuel Colt
Nueva York. USA
1860 -1873
Percusión
200 mm.
1.220 gr.
Nogal
El 12 de abril de 1861 estalló la guerra de Secesión entre los Estados Confederados del Sur y la Unión del Norte. El conflicto duró cuatro años y fue el más sangriento de toda la historia norteamericana. Las bajas fueron superiores a las 407.000 de la Segunda Guerra Mundial, exactamente 618.000 para una población siete veces menor.

En 1861 los Estados Unidos no formaban una nación sino dos distintas y hostiles: el Sur y el Norte. Todo les oponía: la población, la tradición, la civilización, el clima, la economía y, naturalmente, la cuestión de la esclavitud. El Norte industrial, cuatro veces más poblado, disponía de una superioridad material aplastante. El Sur, aristocrático y rural, carecía de industria y fue estrangulado por el bloqueo de sus costas, pero combatió duro por su supervivencia y dispuso de los mejores generales.

En esta guerra tuvo un papel relevante el revólver. Se calcula en 750.000 la cantidad adquirida por el Gobierno de la Unión. Colt le vendió 386.417 unidades y Rémington otras 133.029. En cambio el Sur tuvo grandes dificultades para obtenerlos. Compró revólveres Colt y Starr de contrabando y Lefaucheux, Kerr y Le Mat en Europa. En conjunto, el Sur adquirió fuera de sus fronteras 250.000, produciendo sólo unos 20.000 en su territorio.

Si el Colt Navy, el Remington New Model, el Savaje, los Starr, fueron protagonistas de aquella contienda, el Colt Army Modelo 1860 fue su estrella, pues además de ser del que más unidades se fabricaron, también era el favorito de las tropas de caballería, infantería y artillería.

Samuel Colt se introdujo en el mercado civil en 1849 con el Modelo Pocket de calibre 31, contando así en su catálogo con el Modelo Dragoon, pesado y aparatoso pero que disparaba un potente calibre 44, el Modelo Navy de 1851 que no convencía a parte de los militares por considerar su calibre 36 flojo para la batalla tras utilizarlo en las Guerras Indias, y el Pocket, más cómodo y fácil de portar.

En 1858, comenzó a diseñar un nuevo revólver para el Ejército. Era todo un reto, pues quería combinar la potencia del calibre 44 Modelo Dragoon con la ligereza y portabilidad del Navy. Resumiendo, su objetivo era reunir las ventajas de ambos y crear el que sería el Colt Army Modelo 1860, lográndolo gracias a una nueva aleación de metal que denominaba silver steel (acero plateado), mucho más resistente y ligera.

Fueron pocas las variantes que se hicieron del Colt Army, pues la fábrica consideraba que con él se había logrado el cenit y que era imposible mejorarlo.

Una de ellas es la de esta colección al que en los EE.UU. denominan popularmente “4 screw Colt Army” (Colt Army 4 Tornillos). Se fabricó para que pudiera adaptársele un culatín desechable, convirtiéndolo así en una pequeña carabina. Sólo se llegaron a fabricar 25.000 unidades que fueron encargadas a principios de 1862 por el Gobierno de la Unión y serían destinados al arma de Caballería. Se diferencia por lo siguiente:

- Llevan 4 tornillos en cada cara del armazón, uno de los cuales sobresale, en vez de los tres que portaba el resto.

- Tienen un encaje en la parte inferior de la culata.

La única función de los tornillos sobresalientes y del encaje era servir de sujeción del culatín desechable. Dicho engarce no resultó fiable y muchos culatines se perdían en el fragor de la batalla, por lo que el Gobierno decidió no solicitar más. Al ser fabricados en 1862, quedando todavía tres duros y largos años de guerra, son raros los “4 Tornillos” que se pueden encontrar con el dibujo del tambor bien definido.

Todas las piezas principales de estos Colt están numeradas con el número completo de serie. También se fabricó un Colt Army especial para la marina en calibre 36 pero por su escasez son más piezas de museo que de colección.

Se puede decir que es hermano del Colt Navy, pues compartían el mismo armazón, el sistema de simple acción y las seis recámaras en el tambor, también sobre el cilindro llevan grabada la escena de una batalla naval. No me lo explico, sólo Samuel Colt nos podría decir el porqué de esa alegoría para un revólver destinado al ejército.

En cambio reemplazó el cañón octagonal del Modelo Navy por uno redondo con una longitud de 7 1/2 ó 8 pulgadas, siendo este último el más común y rediseñó la forma de las miras.

El Colt Army, al utilizar un calibre más grande que el Navy, tuvo que alargar el tambor para que sus alvéolos pudieran contener más carga de pólvora. Lo mismo hizo con el cañón.

Unos 200.000 se fabricaron entre 1860 y 1873, año en que cesó su producción. Para entonces el cartucho metálico de retrocarga era ya una realidad, por lo que los fabricados en los últimos años llevaban una portilla de carga trasera lateral. Su mayor cliente fue el Gobierno de la Unión con más de 127.000 unidades compradas durante la Guerra de Secesión.

Sobre el cañón reza la leyenda: "-ADDRESS COL. SAM COLT NEW-YORK U.S. AMERICA-"
Datos técnicos
Samuel Colt
Nueva York. USA
1860 -1873
Percusión
200 mm.
1.220 gr.
Nogal
Samuel Colt (1814-1862) está considerado como uno de los armeros más importantes de la historia de las armas. Nació en la ciudad de Hartford, Estados Unidos, y se le considera como el padre del revólver hasta el punto de que la palabra Colt es sinónimo de revólver. Su apellido Colt, que traducido al castellano significa potro, fue el responsable de que el caballo rampante sea el logotipo oficial de la fábrica.

La consideración de que él fue el inventor no se ciñe a la realidad, pues mucho antes que Colt naciera ya existían armas de cilindro con varias recámaras. Algunas de ellas se remontan al siglo XVI, pero éstas se hicieron en muy pequeñas cantidades, siendo la mayoría prototipos o armas fabricadas por encargo. Lo que si es cierto es que él fue el que primero las fabricó en serie

Henry Barmard fue el primer biógrafo de Samuel Colt, y en su libro se puede leer: ...en un brillante día de primavera del año 1821, Samuel, que sólo contaba por entonces con 7 años, salió de excursión al campo con su familia y un grupo de amigos. Finalizado el almuerzo, se ausentó sin dar aviso a nadie, y ante su dilatada tardanza, todos emprendieron preocupados su búsqueda. Cuando al fin lo encontraron, estaba sentado bajo un árbol y en su mano había una culata de pistola. A su alrededor descansaban colocadas de manera ordenada todas las piezas de la misma y estaba procediendo a montarla de nuevo.

No tuvo una infancia afortunada. Su madre falleció cuando tenía 6 años, y su padre, hombre que al contrario que a su hijo nunca le sonrieron los negocios, se vio obligado a cuidar él solo de sus seis hijos. Samuel llegó a estudiar lo que hoy sería el equivalente al preescolar, pero su verdadera escuela la encontró en la farmacia de su padre, en donde aprendió, además del valor del dinero, lo que significa la confianza y las relaciones públicas.

Era una persona muy inquieta e inteligente. A los 10 años intentó fabricar un fusil de 4 cañones rayados, lo que por lógica resultó un rotundo fracaso.

Es famosa una anécdota que ocurrió el 4 de julio de 1829 en su pueblo. Contaba con 14 años y ya había inventado una mina submarina. Por medio de panfletos que él personalmente se dedicó a pegar por todos los árboles de la ciudad, anunció a bombo y platillo su invento, convocando a todos sus vecinos para que después del sermón del domingo asistieran al estanque de la plaza central y pudieran comprobar así la efectividad del mismo. Hay que decir que éstos ya estaban sobreaviso de las excentricidades del rapaz, por lo que la noticia despertó mucha curiosidad.

Para la ocasión, había atado la bomba a una piedra para que permaneciera en el embarrado fondo del estanque y, en la superficie colocó flotando una casamata de madera que debería volar por los aires cuando Samuel accionara el dispositivo de ignición.

El invento funcionó, pero no faltó el imprevisto que sellaba siempre sus experimentos. Cuando llegó el momento y con todos los vecinos como testigos, el viento hizo que la casamata se desplazara de su inicial ubicación. La explosión fue enorme y desparramó el barro acumulado en el fondo del estanque en todas direcciones, quedando los vecinos cual figuras de chocolate y el pueblo convertido en un auténtico lodazal. Eso si, la casamata quedó intacta.

Los vecinos, para vengarse de aquel mocoso que durante tantos años les había estado dando continuos sobresaltos, le ataron una piedra a una pierna para que fuera a parar al fondo del mismo estanque, pero afortunadamente Samuel fue salvado de la ira de la multitud por un hombre joven y comprensivo que años más tarde tendría una gran importancia en su vida: el ingeniero Elisha K. Root.

Su padre, para alejarle de la animadversión creada en el pueblo contra su hijo, decidió matricularlo en la Academia Militar de Amherst donde, poco tiempo después casi consigue quemar parte de la escuela con otro nuevo experimento por lo que fue inmediatamente expulsado.

Fue entonces cuando su progenitor decidió tomar una determinación para hacer entrar a su hijo en razón. Así, cuando cumplió los 16 años lo enroló como grumete en un barco llamado Corvo que hacía la ruta a La India y donde pasó los años 1830 y 1831. Allí, fue donde por primera vez surgió en su cabeza la idea del revólver, llegando a tallar uno en madera durante sus horas muertas.

Algunos historiadores defienden la tesis de que dicha idea le surgió al ver girar las enormes palas de las ruedas de los barcos de vapor, mientras que otros dicen que fue al contemplar como los enormes timones de los buques eran fijados a una de sus cabillas para mantener constante una dirección, de la misma manera que haría después para mantener fija una de las recámaras del revólver frente al cañón.

Al volver a casa comentó su idea con su padre, Chistopher Colt y con Henry Ellsworth, que además de gran amigo de la familia era el comisionado en su pueblo de la oficina de patentes de los Estados Unidos. Ambos contaban con avanzados conocimientos de mecánica y acogieron con entusiasmo su idea, animándolo a perfeccionarla y aconsejándole que la patentase.

Pero Samuel, a pesar de lo ahorrado cuando estuvo embarcado, no contaba con el capital suficiente, por lo que decidió trabajar en algo con lo que ganara lo bastante para poder patentarlo. Así, con 18 años se compró dos caballos de tiro y una humilde carreta, se hizo llamar "Doctor Coult de Calcuta" y se dedicó al oficio de vendedor ambulante, más conocido popularmente por el de "charlatán". Recorrió durante 3 años Canadá y los Estados Unidos, vendiendo un potingue que, según decía, "curaba a los enfermos y prolongaba la vida de los sanos". Lo debía de hacer de maravilla pues en una ocasión, el "Doctor Coult" fue requerido urgentemente por las autoridades de un pueblo ribereño para paliar un brote de cólera que, supuestamente, había surgido en un barco fluvial del Mississipi.

Según nos cuenta en sus memorias, este trabajo fue decisivo en su futuro, ya que le enseñó a agudizar su oratoria y su don de gentes que, a la postre, junto con su ingenio, fueron los pilares de su imperio.

Fue el primer armero que consiguió la elaboración completa de armas a gran escala, pues hasta la fecha casi todos se especializaban en partes concretas del arma que, una vez terminadas, se llevaban a un centro de ensamblamiento de donde salían para sus puntos de venta. Debido a esto, la firma Colt basó su publicidad en la fabricación en serie y la intercambiabilidad de todas sus piezas en un mismo modelo, así como en la calidad de sus armas.

Abrió su primer taller en su ciudad natal, en la calle Main Street del East Side, donde hoy en día se puede visitar su colección privada. A la temprana edad de 21 años fundó The Colt Patent Arms Manufacturing Company, y registró su primera patente en Inglaterra con el número 6.909, el 22 de octubre de 1835, pues en aquella época las patentes allí registradas valían a la vez para Inglaterra, Francia y los propios Estados Unidos. De todos modos también la registró en América con el número 9.430-X el día 25 de febrero de 1836. Lo esencial de esta patente consistía en un mecanismo que hacía girar el tambor al armar el martillo, mientras que los de sus competidores había que girarlos manualmente.

Su patente expiró a finales de 1856, y los demás fabricantes se lanzaron a producir copias de los revólveres Colt, sobre todo de los modelos Pocket y Navy que eran los que disfrutaban de más popularidad. Era tal su fama que algunas fábricas se erigieron con el único afán de copiar sus modelos. La mayoría duraron muy poco, ya que su calidad se alejaba enormemente de la de los originales.

Durante los años siguientes, Colt continuó trabajando tratando de interesar a funcionarios del Gobierno, militares y particulares, sobre las bondades de su revólver. Paralelamente desarrolló otros inventos, como su sistema de minas submarinas para protección de puertos, y su cable submarino para conducir electricidad y señales telegráficas, llegándose a asociar nada menos que con Morse, el padre de la telegrafía.

Durante la Guerra de Secesión Americana, al estar la fábrica Colt en territorio de la Unión, los Confederados no pudieron acceder a los originales, por lo que produjeron sus propios modelos Navy 1851 que se les conoce con el nombre de REBEL. Éstos fueron fabricados en la ciudad de Griswoldville en Georgia por dos empresas sureñas que pagaron por el permiso de fabricación 300 dólares oro a la firma Colt.

Usado por la caballería del Ejército Confederado, la urgencia de armar a sus hombres hizo que los primeros modelos se fabricaran fundiendo la campana de la iglesia de Macon, de ahí su nombre RE-BEL -revolver-campana-. Se diferencia del Colt Navy original en que el cañón es redondo en vez de octogonal. El revolver Rebel es una de las piezas más cotizadas por los coleccionistas de todo el mundo.

En Inglaterra, expuso sus productos en la Gran Exposición Universal celebrada en el Palacio de Cristal de Hyde Park de Londres, presentando como novedad el Colt Navy Modelo 1851. El arma logró tal éxito que Colt se animó a abrir una sucursal de su fábrica en el mismo Londres, inaugurándola el 1 de enero de 1853.

Al contrario de lo que había ocurrido en América, sus productos no despertaron tanta admiración entre la oficialidad como entre la población civil, por lo que en vísperas de la guerra de Crimea, Samuel Colt se decidió por hacer una gira por las principales capitales europeas para promocionar sus armas, llegando hasta Constantinopla con la esperanza de poder conseguir pedidos militares.

Guiado siempre por su don de gentes y de su indiscutible instinto comercial, tampoco tenía reparos para recurrir a cualquier estratagema con el fin de obtener un pedido. Filtraba por medio de terceros información a un determinado país respecto a contratos firmados por él mismo con otro hostil a éste. Utilizando esta treta logró, por ejemplo, firmar un importante contrato de suministros con Turquía que odiaba a Rusia, y otro con Rusia que compartía los mismos sentimientos hacia Turquía. Era un maestro a la hora de aprovechar la idea de que "tu enemigo siempre está mejor armado que tu".

Otro ejemplo de su valía como hombre de negocios es que consiguió un importante contrato con Gran Bretaña que temía la amenaza rusa sobre el Bósforo cuando, de manera sospechosa y oportuna el Times citó en un artículo que la marina rusa estaba armada con los revólveres Colt, fue entonces cuando por fin recibió pedidos oficiales de las autoridades británicas, que solicitaron 9.500 revólveres para la Marina y 14.000 para el Ejército.

Así, paradójicamente al estallar la guerra de Crimea en 1854, los revólveres Colt armaron a las tropas inglesas frente a los Colt rusos que, a su vez, luchaban también contra los Colt turcos.

Para no ser descubierto fabricó todos los pedidos ingleses y turcos en su fábrica de Londres, mientras que los rusos fueron fabricados por armeros de Lieja (Bélgica) a los que Colt les cedió temporalmente la patente.

Al final la factoría de Inglaterra no le dio las alegrías previstas, pues debido a los informes favorables que se hicieron en dicha contienda sobre el funcionamiento de un nuevo revólver fabricado por el inglés Robert Adams (1809-1870), reforzados por los que lucharon en la rebelión de los Cipayos en la India, favorecieron la adopción de éste por el ejército británico. La diferencia que más pesó tuvo en su elección para sustituir al Colt residió en la rapidez de carga, pues con el Adams esta tarea se realizaba en 38 segundos frente a los 58 del Colt. Fue el fin de la fábrica Colt en Londres que se vio obligada a cerrar en 1857.

América, Inglaterra y Bélgica fueron los únicos países agraciados legalmente con la patente de los revólveres Colt. A pesar de ello, se hicieron muchas reproducciones en otros países entre los que nos podemos contar, así como en Austria, donde en un taller mecánico de Insbruck, se fabricó a partir de 1849, una versión más pequeña del Colt Modelo Dragoon y que fue adoptado por la Marina austriaca.

Más que un armero fue en realidad un aventurero y un gran empresario que contaba con unas dotes de ingenio y organización enormes. Fue tan grande el imperio que creó -se dedicó a otros muchos negocios aunque el que le dio la fama fue el de las armas- que serían necesarios varios libros para poder obtener una somera idea de la verdadera magnitud de su obra.

Samuel Colt murió muy joven a los 47 años, el 10 de enero de 1862. En aquel momento, era uno de los hombres más ricos y poderosos de su país, pero se encontraba psíquicamente agobiado por la muerte temprana de sus hijos al poco tiempo de nacidos, agotado por exceso de trabajo y debilitado por sufrir de gota y un resfrío mal curado que comprometió su sistema respiratorio. También es muy posible que este cuadro general estuviese complicado por la existencia de una enfermedad venérea.

Su joven viuda, Elizabeth Jarvis Colt, una mujer de temperamento de acero y firmes convicciones religiosas, amante esposa y gran compañera, seguiría manejando los destinos de la firma hasta su muerte en 1905.

La fábrica continuó con la misma política comercial y de calidad que su fundador. Hoy en día, con más de siglo y medio de existencia, sigue siendo una de las fábricas más importantes del mundo.