Fabricada en Lieja, además de una excelente calidad y de unas armoniosas proporciones, porta un ingenioso sistema de disparo único que hacía que con tan solo dos perrillos se pudiesen disparar sus cuatro cañones. Para ello, y en esto reside el ingenio del anónimo fabricante, hizo que los perrillos fuesen articulados manualmente, así, se podían disparar cualquiera de los cañones según hacia que chimenea se dirigiese el perrillo, pues todos los cañones disponían de una propia.
El metal está finamente burilado, con decoración de arabescos en los cañones y de tipo floral en el armazón. La empuñadura es de madera de nogal bellamente tallada y rematada con una bonita cantonera de metal.
No está firmada pese a su excelente factura. Característica nada rara pues al no figurar su nombre, no tenían que dar cuentas al fisco.