J.M. Firearms Collection

Pistola COMPAÑIA DE INDIAS Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Benjamí­n Tomlinson
Wednesbury (Inglaterra)
1851 Aprox.
Percusión
211 mm
Nogal
Lisa
The East India Company, más conocida aquí­ como La Compañí­a de Indias, era una naviera de transporte marí­timo fundada para rivalizar con los portugueses en el lucrativo mercado del Este asiático, gracias a que la reina Isabel I de Inglaterra, por Real Orden del año 1600, le concedió el monopolio para explotar todos los negocios que se desarrollasen en esa zona.

Al principio se centraron en el comercio de textiles y té por medio del intercambio de mercancí­as traí­das de Europa, pero a partir del 1800, se dedicó también la importación de metales como cobre, hierro y plomo, además de porcelanas, muebles lacados y otras maravillas de las que carecí­amos en occidente.

En 1608, Sir Thomas Roe puso pie por primera vez en el puerto de Surat,en La India, perteneciente al emperador de Mughal, logrando el derecho de establecer una fábrica allí­. Los británicos fueron eclipsaron gradualmente a los portugueses e incrementando sus operaciones; estableciendo comunidades en Calcuta, Bombay, y Madras. En 1717, la Compañí­a alcanzó su mayor éxito al recibir un dictado del emperador que les eximí­a del pago de los derechos de aduana en toda Bengala.

Para entonces, La Compañí­a de Indias habí­a alcanzado un grado de poder social, polí­tico y económico tan alto que le llevo a tener, con el permiso de su soberano, su propio ejército privado. Si a éste se le añadieran sus buques y tripulaciones, serí­a mayor, en muchos casos, que alguno de los ejércitos europeos.

En 1757, debido a los enormes beneficios acarreados, La Compañí­a de Indias mandó a uno de sus mejores funcionarios militares, Roberto Clive, quien derrotó a las fuerzas bengalí­s del emperador Nawab en la batalla de Plassey, pasando desde entonces La India a formar parte del Imperio Británico.

Su administración fue calamitosa, y la hambruna de 1769-70 mató a un tercio de la población indí­gena sin que ésta hiciera nada por salvarlos. La Compañí­a, a pesar del aumento del comercio, se encontró con unos gastos militares insostenibles, y su disolución estuvo a punto de producirse si no llega a ser porque el Estado, con la ?Enmienda de North de 1773?, permitió un mayor control parlamentario sobre sus asuntos, además de colocar a La India bajo el control de un Gobernador General que rigió los designios de esta colonia de manera despiadada hasta conquistar todo su territorio en el año 1856.

En 1858 La Compañí­a de Indias fue disuelta y la administración de toda la India se convirtió en la responsabilidad de la corona.

No sólo llegó a contar con su propio ejército, tal como antes se ha mencionado, si no que, debido al clima en donde ejercí­a y a la peligrosidad de los indómitos indí­genas que poblaban los territorios en donde ejercí­a su influencia, llegó a tener sus propias armas reglamentarias. La pistola de esta
colección es una de ellas.

Está punzonada con las iniciales E.I.C. de la East India Company, sobre las que descansa la corona. A su vez está fechada en 1867 en Birmingham y firmada por el armero Benjamí­n Tomlinson que tení­a su taller en 38 de Hill Street de la localidad de Wednesbury, en el condado de Staffordshire, y del que poco más he podido averiguar, salvo que sus armas pasaron por el Banco de Pruebas de Birmingham entre los años 1850 y 1872.

Se trata de un arma robusta y de importante calibre.

La Cantonera, que lleva anilla para el fiador, el guardamanos y la boca de la baqueta, que cuenta con un sistema para evitar su pérdida, están fabricados en bronce, al ser este material más resistente a la corrosión.