J.M. Firearms Collection

NAMBU TAISHO Tipo 14 Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Arsenal de Nogoya
Japón
1926 - 1945
Semiautomático
121 mm.
910 gr.
6 estrí­as
Esta pistola fue diseñada por Kijiro Nambu, el más célebre armero japonés del siglo XX. De familia noble, nació el 22 de Septiembre de 1869 (el segundo año de la era Meiji) y falleció en Mayo de 1949). Fue un prolífico diseñador de armas de fuego al que algunos denominan como el “John Browning nipón”.

Su familia lo convenció para que siguiera la carrera militar y en 1897, siendo Teniente de Artillería, es destinado al Arsenal de Koshigawa en Tokio, con la orden de colaborar en el diseño y fabricación de una nueva pistola con la que dotar a las Fuerzas Armadas niponas para reemplazar así al revólver Modelo 1893 entonces de ordenanza.

En 1902 produce su primera pistola para la cual diseñó un nuevo cartucho de 8 mm inspirado seguramente en el 7,63 mm. Luger, se trataba de la Nambu tipo 94. En 1904 es destinado al Arsenal de Fukuola en Tokio que se convertiría en el más importante del Japón.

En la década de 1920, Japón reforzó su política militar que acabó por convertirle en la gran potencia militar de Extremo Oriente. Japón evaluó su pistola con las de otros países y se encontró con que necesitaban un arma más sencilla y de manufactura menos onerosa.

Es entonces cuando el Gobierno japonés le encarga el diseño y producción de una nueva pistola. Previamente el arsenal de Fukuola en Tokio había sufrido una reestructuración total enfocada a optimizar sus recursos y su director Nijiro Nambu fue ascendido a teniente general.

Allí modifica su pistola Tipo 94 de 1902, transformándola en la célebre Taisho Tipo 14, que él bautizó como "Juyon Nen Shiki" (modelo año 14). Se denominó Tipo 14 porque fue adoptada en el año 14 de la era Taisho (en castellano, honradez), que corresponde a 1925 en el calendario occidental, año en que se oficializó para el Ejército y el 6 de Agosto de 1927 para la Marina Imperial.

En 1929 crea su propia fábrica, la Nambu-ju Seizosho, y aunque al principio sólo fabricaba armas deportivas, en 1933 consiguió la Licencia Gubernamental para la fabricación en exclusiva de la Tipo 14.

A esta pistola se le podía acoplar un culatín para convertirla en una especie de carabina. Recuerda en su diseño externo a la Luger alemana, siendo este el único nexo que pudiera haber entre ambas, pues son completamente diferentes en su mecánica.

El desprecio del Japón a todo lo extranjero les incitó -a pesar del amplio abanico de magníficas armas que había en el mercado-, a diseñar su propia arma y munición, ésta de 8 mm. que, por supuesto, era también de uso exclusivo en el Imperio del Sol Naciente.

Es imprescindible explicar la nomenclatura de los punzones de esta exótica arma, pues no deja de ser una información curiosa, sobre todo, si la comparamos con los simples punzones con que van marcadas la mayoría de las armas occidentales.

El sistema de datar seguido por los japoneses relaciona la fecha con el año en que fueron declaradas de ordenanza. La de esta colección lleva estampado en su lado derecho su número de serie, y justo debajo dos cifras, que son las que nos indican su fecha de fabricación; la primera hace referencia al año contando a partir de 1925, y la segunda, al mes. Las cifras marcadas son 18.12, lo que nos dice que se fabricó en el decimoctavo año, que sumado a 1925 nos da 1943; y el 12 nos indica simplemente el mes de diciembre. De este modo sabemos que fue construida en el mes de diciembre del año 1943, es decir, en plena II Guerra Mundial.

Debajo de la fecha, se aprecia el punzón del Arsenal de Nogoya y el cuño del fabricante: Nambu Seisakusho. En su lado izquierdo, lleva unos punzones marcados con caracteres nipones que significan literalmente "10, 4, Año, Tipo".

Se fabricaron un total de 282.000 unidades, y las primeras 102.000, comprendidas hasta Septiembre de 1939, tenían el guardamonte pequeño y redondeado. En cambio, las producidas posteriormente, hasta 1945 lo tenían más grande con objeto de poder ser usadas con guantes en invierno, pues los oficiales que luchaban en la guerra chino-japonesa (1937-1945), en especial los destinados en Manchuria se quejaban de no poder usarlas en condiciones extremadamente frías, por lo que también se las conoce popularmente como Taisho Tipo 14 “Modelo Manchuria”, a pesar de que todas las fabricadas post 1939 lo llevaban así.

Kijiro Nambu diseñó también otra pistola similar pero de menores dimensiones y en calibre 7 mm destinada a armar a los oficiales de las Fuerzas Aéreas. Se la denominó Nambu Otsu, y en occidente es conocida como la Baby Nambu. Se fabricaron pocas unidades; los oficiales de esta rama del ejército, procedentes casi en su totalidad de familias nobles japonesas, despreciaban a los compañeros que llevaban paracaídas a la hora de cumplir sus misiones. No es de extrañar entonces que también despreciaran esta pistola, prefiriendo ir acompañados en las claustrofóbicas carlingas de sus cazas con su katana de Samurai por si la muerte los convocaba en nombre del emperador.

La fabricación de la Baby Nambu cesó en 1929, y los ejemplares producidos no alcanzaron las 7.000 unidades.

Volviendo a la Taisho Tipo 14, está considerada por los expertos como un arma demasiado frágil para ser destinada al uso militar y, dotada de un cartucho con escaso poder de parada. Si la comparamos con la de sus enemigos directos, es decir, con el Colt 1911-A1 del calibre 45 del ejército de los Estados Unidos, sale tremendamente desfavorecida.

Se puede decir a su favor, que esos mismos expertos decidieron por unanimidad considerarla la pistola más precisa de toda la II Guerra Mundial.

Cuando cesó su producción en Agosto de 1945, las Fuerzas Terrestres Japonesas de Autodefensa (las únicas admitidas por el tratado de paz) fueron armadas con material americano, pasando estas pistolas a formar parte del conjunto de preciados trofeos de guerra que las fuerza norteamericanas se llevaron a su país. Hoy es un arma poco frecuente en Europa y sólo cuenta con cierta popularidad en los Estados Unidos.

Los diseños de Nambu eran a menudo innecesariamente complejos y torpes. La mala calidad del acero japonés y de las acometidas de producción en tiempos de guerra contribuyó a una no muy buena reputación. En resumidas cuentas, las armas de Nambu destacaron por su simplicidad, por su aspecto tosco y por su mala calidad debido a la pobreza del acero, rebajando así su fama mundial.

Jesús Madriñán