J.M. Firearms Collection

MAUSER C.96 BOLO Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
DWM. Deutsche Waffen und Munitionsfabrik
Alemania
1906 - 1908
Semiautomático.
98 mm.
Desde que en 1896 vio la luz la pistola Mauser C.96, fue sometida a multitud de cambios hasta que en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Percutor, longitud de cañón, estriado, capacidad de cargador, anillo del fiador y empuñadura son algunos ejemplos de las piezas que sufrieron variaciones durante esos años. Después, durante la guerra, se siguieron realizando dichas variaciones aunque en menor medida, y siempre con el fin de economizar costes o adaptarse a la intendencia del conflicto. Recuerdo, por ejemplo, como algunas se calibraron para utilizar la munición de 9 mm Parabellum que usaba la pistola Luger P.08, para así facilitar el suministro.

Como ya he mencionado, el cañón y la empuñadura fueron algunas de las piezas con que se experimentó, percatándose los ingenieros de la Mauser de que acortándolas podrían cubrir también el mercado civil al ser el arma menos pesada y voluminosa que el modelo estándar o militar, naciendo así el modelo conocido por los coleccionistas como Bolo por la razón que luego explicaré, vendiéndose al público en general antes, durante y después del conflicto.

Para su estudio y clasificación debemos diferenciar entre tres tipos de Bolos: los fabricados antes de la guerra, los transformados y los elaborados después.

[B]BOLOS PREGUERRA[/B]

Las fabricadas antes de la guerra fueron sometidas a multitud de variantes como pueden ser el tener punto de mira colocado directamente sobre el cañón, en vez de descansar sobre el característico anillo situado en la boca del mismo, contar con el alza fija mientras que el resto porta un alza tangencial ajustable de 50 a 1000 metros, hacer la empuñadura más cuadrada y otras que más tarde detallaré y que ayudarán a diferenciarlas.

[B]BOLOS TRANFORMADOS[/B]

Tras la guerra, la Mauser tuvo que atenerse a las restricciones del Tratado de Versalles que prohibía la fabricación de armas cortas con más de 99 mm de longitud de cañón, por ello muchas de las C.96 normales que habían participado en el conflicto fueron mutiladas acortándoles el cañón y convirtiéndolas así en Bolos. Éstas se diferencian del resto porque llevan marcado en su armazón la cifra 1920.

[B]BOLOS POSGUERRA[/B]

Entre los años 1921 y 1930, la Mauser se decidió fabricar a gran escala una versión más corta de la C.96 respetando el calibre 7.63x25 mm pues el mismo tratado del armisticio prohibía también la fabricación de armas cortas de calibre igual o superior a 9 mm

Mientras que las Bolo fabricadas antes de la guerra estaban destinadas al mercado civil, ésta fue vendida a los ejércitos de los países Bálticos, y portada por polacos, lituanos, Freikorps (unidades paramilitares alemanas anticomunistas de entreguerras), y rusos blancos (fuerzas antibolcheviques que lucharon contra los mismos en la Guerra Civil Rusa entre 1917 y 1923). También compró un gran número de unidades el gobierno bolchevique (de ahí el apodo de Bolo). Los números de serie de las fabricadas entre 1921 y 1930 van desde el 444.000 al 794.000, es decir, 350.000 unidades de Bolo 1921 fabricadas.

Hay que resaltar que las pistolas Bolo llegaron a suponer un tercio de la producción total de la pistola C.96. Una cantidad nada despreciable.


Diferencias a simple vista entre Bolos.

- Las de preguerra llevan el número de serie sobre el plano diagonal izquierdo de la recámara. Las de la postguerra lo portan en el lado vertical izquierdo.

- Los cañones de preguerra eran de cuatro estrías frente a los seis de postguerra.

- El aro del cordón fiador va en las de preguerra de lado a lado mientras que en las de postguerra los lleva de delante a atrás.

- Las de preguerra llevan culatín pequeño de 30,5 cm de longitud máxima. Tras la guerra las Bolo portaron el culatín de la C.96 normal de 35 cm de longitud.

- Número de serie de cinco dígitos en las de preguerra y de seis en las de postguerra.

- La empuñadura es más cuadrada en las de preguerra mientras que las de postguerra mantenían la forma redondeada habitual.

- Las cachas igualaban la forma de la empuñadura. Las de preguerra eran de caucho duro decorado bien con dibujos a cuadradillos en punta de diamante, o bien con una decoración floral. También se hicieron en madera de nogal con un número variable de líneas, portando 29 la de mi propiedad. Las de la postguerra se fabricaron únicamente en nogal con 22 líneas.

- Los cargadores de las de preguerra podían tener capacidad para 6 ó 10 cartuchos, mientras que todas las de postguerra eran de 10.

- Las de preguerra carecen del nombre de la fábrica Mauser plasmado sobre el lado izquierdo, mientras que las de postguerra si lo llevan.

- Los culatines de las de preguerra son cortos mientras que los de postguerra son de tamaño estándar. Aprox. 30,5 cm los primeros y 35 cm los segundos.


Otras diferencias

- En algunas de las fabricadas en preguerra podemos observar el punto de mira colocado directamente sobre el cañón, en vez de descansar sobre el característico anillo situado en la boca del mismo y que copió de la Luger.

- También de este periodo las hay con el alza fija mientras que el resto porta un alza tangencial ajustable de 50 a 1000 metros.

- Todas las de posguerra llevan el nuevo modelo de palanca de seguridad y los martillos con el monograma NS marcado.

[B]UNA BOLO “SINGULAR”[/B]

Los cuatro tomos del libro “C.96, Geschichte & Modelle 1904-1915” de los autores: Kersten, Moll & Schmid son sin duda una de las mejores obras escritas sobre la C.96. En él se puede leer en un tono irónico que es más difícil encontrar dos C.96 iguales que siete diferentes, debido a la infinidad de ensayos, pruebas y prototipos que de esta pistola se hicieron.

Pues bien, en consonancia con la afirmación anterior, el ejemplar de esta colección tiene como particularidad el sistema de extracción del muelle del cargador, pues la ubicación del botón que lo libera está situado frente al gatillo, y en el interior del guardamonte, en vez del usual que va en la parte inferior de la tapa del cargador. Además dicha tapa viene con unas acanaladuras que sirven para que una vez oprimido el botón, la tapa se deslice hacia delante para dejar salir el muelle. Al verlo por primera vez confieso que pensé que era obra del capricho de un maestro armero, pero al desmontar el arma me percaté que estaba hecha con el mismo esmero, herramientas y materiales que el resto del arma. Perplejo por tal descubrimiento, y ante las dudas que todavía perduraban, me puse en contacto con algunos amigos coleccionistas que me ayudaron a desvelar el misterio. Fue en particular uno de ellos el que me dirigió al libro antes mencionado, donde en sus páginas 52 y 53 del tomo 2 se hace mención a las C.96 fabricadas con esta particularidad. Dice que sólo se conocen cuatro ejemplares, por lo que este sería el quinto de un número indeterminado.

En 1901, el Ministerio de Guerra alemán decidió reemplazar su ya caduco revólver reglamentario, el Reichrevolver 1879, por una pistola semiautomática, convocando un concurso al cual se presentaron distintas firmas y del que salió vencedora la pistola Luger del 9 mm. Parabellum, siendo la primera en adoptarla la marina alemana en 1904 siguiendo el ejemplo del ejército suizo que ya lo había hecho en el año 1900 pero en calibre 7,65 mm Parabellum.

Pero aun quedaba por dilucidar la elección del verdadero bombón: la pistola que sería designada para dotar al ejército alemán. Sabedora de ello, la Mauser quiso solventar las diferencias que había adolecido frente a la Luger. Así, en 1906 introdujo una variación de la C.96 de diseño similar aunque de tamaño más reducido y que contaba con tres diferencias fundamentales:

- Utilizaba el calibre 9×25 mm Mauser, más potente que el 9 mm Parabellum de la Luger.

- El botón de extracción del muelle del cargador se situó frente al gatillo y en el interior del guardamonte, al igual que en los modelos anteriores con capacidad para solo 6 cartuchos.

- La tapa del cargador tiene acanaladuras para que una vez oprimido el botón se deslice hacia delante dejando salir el muelle.

Pese a todos sus esfuerzos, fue de nuevo la pistola Luger la que en 1908 salió elegida para armar a este ejército, con lo cual la Mauser decidió abandonar la idea quedando las elaboradas con estas variaciones con la consideración de casi prototipos, pues al ser los costes de producción más caros las unidades fabricadas fueron muy escasas.

En Europa, gracias a la Luger, el cartucho de 9 mm Parabellum se había vuelto predominante, por lo que la mayoría de estas pistolas fueron destinadas principalmente a la exportación a África, Asia y América del Sur, pasando por ello su cartucho a denominarse 9mm Mauser Export.


[B]EL CARTUCHO[/B]

El 9×25 mm Mauser o 9mm Mauser Export fue un cartucho desarrollado para la Mauser C.96 debido a que algunos consideraban demasiado flojo el original 7.63x25. Fue producido por primera vez por la DWM entre 1906 y 1914, así como durante la Segunda Guerra Mundial por las también alemanas Geco y RWS, ya que tanto en Austria como en Hungría se habían fabricado algunos subfusiles en este calibre.

La base de este cartucho fue el 7,63×25 mm Mauser, pero aunque la longitud de la vaina es la misma, se diferencia en su forma ya que desapareció el cuello de botella. No debe ser confundido con el 9 mm Parabellum (9x19 mm) o el 9 mm Largo (9x23 mm), pues con sus 25 mm de longitud, es el cartucho de 9 mm más potente jamás fabricado.

Su éxito fue escaso, ya que su enorme potencia dificultaba el control del arma.

Jesús Madriñán

Datos técnicos
DWM. Deutsche Waffen und Munitionsfabrik
Alemania
1906 - 1908
Semiautomático.
98 mm.
Paul Mauser, nacido el 27 de junio de 1838, era hijo de Franz Andreas Mauser, maestro armero de la fábrica de armas instalada en el antiguo monasterio de los padres agustinos de Obendorf.

Aprendió desde pequeño la profesión de su padre, trabajando en la misma fábrica y distinguiéndose muy pronto por su gran inventiva para modificar los mecanismos de las armas, así como diseñar otros nuevos. Le ayudó a ello el haber cursado estudios en la Fábrica Real de Armas de Wurttemberg y el hecho de cumplir su servicio militar en el arsenal de Ludwingsburg, teniendo la oportunidad de estudiar en el museo todas las características y sistemas de las armas de fuego diseñadas hasta entonces.

Otro de sus doce hermanos, Wilhem, también armero y con las mismas inquietudes que Paul, trabajó varios años junto a éste en el proyecto de un fusil militar de cerrojo. Dicha arma fue la que verdaderamente dio la fama al apellido Mauser, ya que este fusil o sus variantes, fue declarado reglamentario por la mayoría de los ejércitos del mundo.

Adquirida cierta celebridad y fortuna, Paul y Wilhem Mauser adquirieron la fábrica de armas de Obendorf en 1874, dedicándose durante varios años a la explotación de su invento; posteriormente fundaron una sociedad que duraría hasta 1882, año en que muere Wilhem. Su hermano, Paul quedó al frente de la empresa, fusionándose en 1895 con la Deutsche Waffen und Munitions Fabrik -Fábrica de Municiones del Ejército Alemán- ubicada en Berlín, surtiendo de armas a medio mundo.

Pero la Mauser no sólo se limitó a la construcción de fusiles militares, sino que también fabricó pistolas semiautomáticas de renombre, como la C.96, el Modelo 1914 y la célebre Luger P.08.

La laboriosidad e inteligencia de Paul Mauser le procuraron una cuantiosa fortuna y gran cantidad de honores, entre los que cabe destacar la Gran Cruz al Mérito Militar concedida por el Gobierno español, el título de Doctor en Ingeniería por la Real Academia de Ingeniería de Stugart y La Gran Cruz de la Real Orden de Württemberg.

Paul Mauser murió el 29 de Mayo de 1914 de una embolia. En la actualidad, la casa Mauser ha vuelto a equipar un importante establecimiento en Obendorf, dedicándose, principalmente, a la producción de elegantes modelos deportivos.