J.M. Firearms Collection

CHICAGO PROTECTOR Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Chicago Firearms & Co.
Massachusetts USA
1894-1895
Percusión anular
Madreperla
En 1882 el arcabucero de Parí­s, Jacques Edmond Turbiaux, inventó un curioso revólver en calibre 6 mm. al que denominó "Le Protector", patentándolo en Francia con el número 2.731.

Tiene la curiosa forma de un frasco de perfume, por lo que en los Estados Unidos se le conoce popularmente como ?perfums bottle? o, más extensamente como Palm Pistol pistola de palma.

Esto es debido a que cada disparo se efectuaba presionando la palma de la mano sobre el disparador, mientras el cañón sobresalí­a entre los dedos. Para proceder a su carga y descarga se desenroscaba un lateral y se extraí­a del interior un disco o tambor que cuenta con 7 recámaras.

La Minneapolis Fire Arms & Co. compró los derechos a Turbiaux, patentándola en América con el número 273.644 el 6 de marzo de 1883. Ese mismo año la sacó al mercado pero apenas tuvo éxito por lo que se decidió cesar su producción.

Un empleado de esta compañí­a, Peter H.Finnegan, consideró que, pese a lo vanguardista de su diseño, serí­a un artí­culo con demanda a vistas de la Exposición Universal a celebrar en Chicago en 1894.

Así­, en 1892 decidió asociarse con un hombre llamado Corrigan para que financiara su proyecto, fundando la Chicago Fire Arms & Co. y, adquiriendo los derechos de la patente de Turbiaux a su antigua empresa. Como su recién creada compañí­a carecí­a de infraestructura para poder fabricarlas, Peter Finnegan subcontrató los servicios de la fábrica Ames Sword & Co. para que le construyera 13.000 unidades. Efectuando en el diseño original algunos pequeños cambios que contribuyeron a su perfeccionamiento. La nueva arma era levemente más grande y bastante más robusta, ganando así­ en seguridad. Además mejoró su sistema de seguro, colocando una palanca bajo el cañón y la recalibró al calibre 32.

Por diversos motivos la empresa Ames Sword & Co. se vio imposibilitada para producir la cantidad demandada en el tiempo estipulado en el contrato, entregando sólo 1.500 unidades a finales de 1894 y el resto entre 1895 y 1905. Fecha para la cual la Exposición Universal de Chicago habí­a terminado y, con ella los deseos de enriquecerse de Peter Finnegan y de su socio capitalista, el señor Corrigan.

Una lucha legal comenzó entonces; Finnegan demandó a la Ames Sword & Co. por incumplimiento de contrato. Al final, en 1910, la Ley falló a favor de Finnegan, condenando a la Ames Sword & Co. al pago de una fuerte indemnización, así­ como a la devolución de la patente.

Pese a la victoria legal, Finnegan no lo volvió a producir, pues para entonces el arma en cuestión habí­a quedado completamente obsoleta.

Es una pieza difí­cil de encontrar, pues además de pertenecer a un cupo de fabricación de sólo 13.000 ejemplares, hay que sumarle su precioso acabado de lujo. Está fabricado en buen acero, con las cachas de madreperla y el armazón niqueelado y decorado, en determinadas zonas, con un finí­simo burilado.

Turbiaux lo diseñó como arma de defensa personal, y Finnegan lo quiso destinar a un segmento de público dotado de un fuerte poder adquisitivo, ya que su precio era astronómico para la época.

Jesús Madriñán