J.M. Firearms Collection

WEBLEY MARK IV Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Webley & Scott Ltd.
Gran Bretaña
1923 - 1948
760 gr.
Pasta
El revólver Webley & Scott Mark VI del calibre 455, reglamentario en el ejército británico durante la I Guerra Mundial, se elaboró en su fábrica de Birmingham hasta 1921, y a partir de esa fecha fue la Royal Small Arms de Enfield la encargada de construirlo hasta 1926 en que cesó definitivamente su producción.

Muchos opinaban que era demasiado grande, pesado y poco manejable, por lo que tras la guerra se consideró su reemplazo. Así, a comienzos de 1921, el Ministerio de la Guerra decidió introducir un revólver más ligero y de menor calibre, contratando a la firma Webley & Scott Ltd. para su diseño y posterior desarrollo.

La razón principal del cambio del calibre 455 al 38 es que este último necesitaba de menos entrenamiento, lo que quedó patente en los inicios de la I Guerra Mundial, donde el ejército británico no tenía tiempo para familiarizar a sus soldados con el enorme Mark VI.

Cumpliendo con el encargo, el 19 de Julio de 1921 la Webley & Scott presentó su Modelo Mark IV en calibre 38 al Ministerio de la Guerra. Tras los informes favorables del Army's Small Arms School (Escuela del Ejército de Armas Cortas), el Ministerio de la Guerra lo acogió con satisfacción por su ligereza y tamaño.

Todas sus piezas estaban estudiadas al detalle. Por ejemplo, los alerones laterales, situados directamente delante del tambor tenían como misión facilitar la entrada del arma en la funda sin que tropezara en el frente del tambor.

Como la longitud del cilindro imposibilitaba el uso de un cartucho más largo, tal como el 38 Special, se recargaron 200 vainas del 38 S&W con balas de plomo propulsadas por 2.8 grains de pólvora Neonite. El resultado fue que la bala perdía mucha energía tras la penetración en el blanco, pero mantenía una velocidad de 177 metros por segundo a 45 metros (570 pies a 50 yardas), lo que fue considerado aceptable, siendo declarado reglamentario con el nombre de cartucho 380/200.

Pero poco le duraron las alegrías a la Webley, pues el Ejército, en su misiva Nº 489 del 30 de Agosto de 1922, concedió la licencia de fabricación del nuevo revólver a la firma Enfield que, casualmente, pertenecía al Gobierno, denominándolo revolver Enfield Nº 2 Mark I y alegando que los Webley Mark IV adolecían de errores de precisión. La Webley, comprensiblemente trastornada, solicitó ver los planos de Enfield, quedando estupefacta al observar que el único cambio que se había realizado con respecto a su revólver era la prolongación del cañón. Para probar la falsedad de la afirmación sobre su precisión, enviaron 2 revólveres Webley Mark IV a la Small Arms School, siendo evaluados del 4 al 11 de septiembre de 1924, logrando un resultado muy satisfactorio para un revólver militar, pues agruparon sus disparos en un blanco de 2.5 cm. a 10 metros y en otro de 5 cm. a 20 metros.

Estaba claro, el gobierno, había usurpado su diseño, causándoles enormes pérdidas económicas y negándoles el merecido reconocimiento a su obra.

Presentaron las pruebas al Gobierno, pero al ver que aun así este no tenía intención de retirarle a la Enfield su licencia de fabricación, decidieron demandarlo, exigiéndole los costes del diseño y desarrollo, siéndoles denegados por la Justicia. La Royal Commission on Awards to Inventors (Real Comisión Defensora de Inventores), los avaló solicitando el 50% de su demanda pero la Justicia archivó de nuevo la reclamación y de este modo se dio por terminada la relación que durante décadas había unido a esta firma con el gobierno de Gran Bretaña.

Pero Webley no había dicho su última palabra: durante la Segunda Guerra Mundial, la Enfield se vio incapaz de responder a la enorme demanda de armas cortas que se le hacía desde el frente, por lo que el gobierno de su graciosa majestad no tuvo más remedio que humillarse y acudir una vez más a la siempre fiel Webley & Scott, proporcionándole esta aproximadamente 120.000 ejemplares de sus Mark IV para, junto con el Enfield Nº 2 Mark I, armar a sus tropas y a las de la Commonwealth, siendo por fin declarado reglamentario el 20 de Setiembre de 1945, meses después de haber finalizado la guerra.

Estos 120.000 ejemplares se reconocen porque portan la inscripción “War Finísh” (Acabado de Guerra), pues como quiera que la calidad de sus revólveres era siempre exquisita, para salvaguardar su buen nombre, con la mencionada inscripción daba a entender que fueron hechos en tiempos difíciles donde no se les podía exigir el mismo acabado que en tiempos de paz.

Tras la guerra, el Webley Mark IV fue usado por numerosas fuerzas policiales a lo largo de todo el globo, principalmente en Gran Bretaña, Israel, Canadá, Singapur y Australia, continuando en servicio en algunos de esos países hasta la década de 1970, siendo este el verdadero legado de un revólver excepcional.

Datos técnicos
Webley & Scott Ltd.
Gran Bretaña
1923 - 1948
760 gr.
Pasta
- WEBLEY & SCOTT Ltd. -


James Webley comenzó a trabajar en una fábrica de armas en 1830 siendo aún un adolescente. Cuando tuvo los conocimientos necesarios decidió independizarse, formando junto con su hermano Philip (1813-1888) una sociedad dedicada a la fabricación de armas en Birmingham. Al principio comenzaron fabricando armas de percusión para otros armeros, patentando su primer revólver el 28 de marzo de 1853.

Fueron comienzos duros para la Webley debido a que en esa fecha los revólveres de la firma británica Adams y los de la norteamericana Colt, que había abierto una fábrica en Londres, eran una dura competencia. Con el tiempo llegó a ser la firma más importante de Europa en la producción de revólveres pues proveía a todo el extenso Imperio Británico.

La firma Webley fabricó revólveres dotados de todos los sistemas: percusión, Lefaucheux, fuego anular y fuego central. Su fama fue tal que la Smith & Wesson les concedió en 1865 licencia para fabricar los suyos con la única condición de que fueran destinados a Europa. También construyó pistolas semiautomáticas, pero nunca contaron con la aceptación obtenida por sus revólveres. Su primera pistola semiautomática aparece en 1903 preparada para disparar el brutal .455. Una versión mejorada de ésta fue declarada reglamentaria para la marina británica en 1913 con la denominación de Webley Mark I.

Uno de sus éxitos fue lograr que declararan reglamentario en 1868 su revólver Mod. R.I.C. Royal Irish Constabulary (Real Cuerpo de Policía Metropolitana Irlandesa), para dotar a su policía, siendo también adoptado por las de Sudáfrica y Australia. También fue muy popular su revólver British-Bulldog de 1878 gracias a su corto cañón y gran calibre. Este modelo fue uno de los más copiados a lo largo de todo el mundo. Con él asesinó Charles Jules Guitean al Presidente de los Estados Unidos, James A. Garfield en julio de 1881.

En 1897 se asoció, para beneficiarse de sus patentes, con otros dos célebres armeros ingleses: W.C. Scott & Sons y Richard Ellis & Sons, formando la compañía Webley & Scott Revolver & Arms, con sedes en las ciudades de Londres y Birmingham. En 1906, Ellis se retiró de la sociedad, pasándose a llamar definitivamente Webley & Scott Ltd.

Pocos ejércitos han sido tan conservadores como el británico. Mientras los demás países se inclinaban por las pistolas semiautomáticas (los Estados Unidos tenían como reglamentaria la Colt Modelo 1911 y Alemania la Luger P.08), Gran Bretaña permanecía fiel a su revólver Webley.

Como ejemplo de su conservadurismo está la anécdota del revuelo que causó entre sus oficiales en el XIX el cambio de color del uniforme que durante tantos siglos había sido de un intenso color rojo. El hecho de usar ese color tenía una explicación psicológica, pues el enemigo, al ver una ingente masa de soldados, bramando alaridos aterradores y ataviados con el color de la sangre, hacía que a sus contrincantes les pareciera que su número era muy superior al que en realidad era, pero ya en pleno s. XIX, con ejércitos dotados de armas avanzadas, pretender no cambiar su color era conceder al enemigo un blanco fácil, por lo que ese conservadurismo conllevaba, a la vez que un desprecio total hacia las vidas de sus propios soldados, una ridiculez.

En 1915, en plena I Guerra Mundial, el revólver Webley Mark VI del calibre 455 fue declarado reglamentario para el ejército británico, sustituyendo al modelo Mark V, que fue el primer revólver de esta firma que usó pólvora sin humo.

El cartucho 455 era el resultado de la experiencia adquirida durante años de luchas coloniales, en las que destacaban por su gran poder de parada. Solía ocurrir que indígenas completamente drogados, armados con machete y motivados con la idea de que con una muerte honrosa irían al paraíso, soportaran muchos disparos antes de acabar abatidos. Éste es el motivo por el que los oficiales prefiriesen este cartucho a otros con mayor perforación y velocidad. Se llegaron a construir más de 300.000 ejemplares.

Al estallar la II Guerra Mundial fueron muchos los veteranos que eligieron el potente 455 que tan buen servicio les había prestado durante la Gran Guerra.

En 1900, Webley & Scott Ltd. contaba con 600 empleados que fabricaban diariamente 100 revólveres. Seis años más tarde, esta cifra alcanzó las 360 unidades, siendo prácticamente imposible calcular el número global de producción que tuvo desde su fundación hasta el final de la II Guerra Mundial, con su serie de revólveres Mark.

Los revólveres Webley prestaron servicio en Gran Bretaña hasta 1947, año en que fueron sustituidos por la pistola FN H.P., después de haber servido durante las dos guerras mundiales, la guerra de los Boers y en infinidad de insurrecciones indígenas, entre la que destaca la de los Cipayos en la India.