J.M. Firearms Collection

COLT SINGLE ACTION Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Colt Firearms Manufacturing Co
Hartford, Connecticut (USA)
1872 a hoy en día
Simple Acción
190 mm
1.048 grs
Nogal
6 Estrías.
La unión por medio del ferrocarril entre el Este y el Oeste de los Estados Unidos en 1869 fue un momento álgido en la historia de este país. Las vías penetraban por primera vez en un territorio al que sólo se habían atrevido a entrar militares, exploradores y montañeros seguidos de cazadores de búfalos, mineros y agentes del West Fargo. Ahora tocaba el momento de la colonización, de la colonización de un territorio hostil, y para ello aquellos intrépidos necesitaban de un arma que les diera seguridad y confianza. Esas virtudes las encontraron en un revólver, el Colt Simple Accion Army.

El Colt SAA, siglas de Simple Accion Army, también conocido como Peacemaker (Pacificador), es un revólver de simple acción con un tambor para seis cartuchos metálicos diseñado en 1872 por la Colt Firearms Manufacturing Co., siendo adoptado como reglamentario para el ejército de los EEUU hasta 1892. Fue también muy popular ante el público civil, los representantes de la ley y, como no, los fuera de la ley.

Su diseño se ha mantenido constante desde 1873, y aunque Colt ha suspendido su producción en dos ocasiones, en ambas ha tenido que rectificar debido a la demanda popular. Esta es su historia:

Samuel Colt nunca estuvo demasiado interesado en los revólveres de retrocarga, su fortuna y el renombre que había alcanzado su fábrica con los de avancarga le hicieron desestimar la oferta de un sistema de retrocarga patentado el 3 de abril de 1855 por el armero Rollin White. Fue un gran error que supo aprovechar la Smith & Wesson, monopolizando así todos los revólveres americanos de retrocarga hasta que el valor de la patente expiró el 4 de abril 1869. Samuel Colt nunca fue consciente del error debido a que falleció en 1862, en plena Guerra de Secesión Americana, y bastante tenía preocupándose de poder dotar con sus armas al ejército de la Unión.

Recién acabada la contienda, los rumores de que el ejército quería reemplazar su Colt 1860 Army de avancarga reglamentario hasta entonces por un revólver de retrocarga se fueron haciendo más y más grandes. Percatándose de su error, y no queriendo pagar los royalties de la patente a la Smith & Wesson, la firma Colt eligió a su mejor ingeniero y superintendente, William Mason, para que desarrollara su propio revólver de retrocarga.

William Mason (1837-1913), fue un ingeniero e inventor que además de en Colt, trabajó en Remington y Winchester. Él fue el verdadero creador de la criatura y quiero citarlo ya que injustificadamente los nombres de los ingenieros de Colt nunca han sobresalido, ensombrecidos por la enorme popularidad de la marca

Fiel a los rumores, en 1872 los Estados Unidos convocaron un concurso para renovar su revólver y tras unas pruebas exhaustivas de resistencia y eficacia en las que su enemigo directo fue el Smith & Wesson Model Nº 3, su esfuerzo se vio premiado al adoptarse en 1872 su arma como reglamentaria bajo el nombre de "New Model Army Metallic Cartridge Revolving Pistol', y permaneciendo así hasta 1892 en que fue sustituido por el Colt Modelo 1892, del calibre 38, doble acción y cilindro basculante.

Las mencionadas pruebas de resistencia y eficacia consistieron en que aprovechando que había nieve, los militares los empaparon en agua, los enterraron y abandonaron durante tres días al aire libre. Obviamente los encontraron oxidados, pero su funcionamiento permanecía inalterado. Posteriormente, esos mismos revólveres fue sometidos a una tormenta de arena con el fin de bloquear los mecanismos internos; incluso así el Colt seguía funcionando con total normalidad.

Es más, de los miles de disparos realizados en las pruebas, los pocos que fallaron fueron debidos a cartuchos defectuosos. Y esto no es una leyenda; todavía se conservan los meticulosos informes de los oficiales que efectuaron las pruebas.

Como dato curioso apuntar que el Nº 1 de la producción se encontró en un granero de Nashua, New Hampshire en el año 1900. ¡Todo un tesoro!

LEYENDAS, MARCAS Y PUNZONES

Llevan punzonado el número de serie completo en los siguientes lugares: en la parte inferior del armazón, en el guardamontes en su parte delantera y en la parte inferior de la empuñadura. También lo lleva, pero de forma parcial, sólo los últimos números, en el tambor y en el cañón bajo el armazón del conjunto barilla-baqueta. El número que aparece en la trampilla de carga-extracción es un número de ensamblaje, nunca coincide con el número de serie del arma.

En la parte superior del cañón porta la siguiente inscripción en una sola línea:

'- COLT'S PT. F.A. MFG. Cº. HARTFORD CT. U.S.A.-'.

Y en el armazón, en su parte inferior izquierda las fechas de sus patentes en tres líneas:

PAT. SEPT. 19 1871.
' JULY. 2. -72.
' JAN. 19 -75.

Para diferenciar un modelo civil de uno militar saber que estos últimos llevan las iniciales 'U.S.' en el lado izquierdo del armazón junto las fechas de las patentes y que las cachas van marcadas con el nombre de los inspectores.

En el mismo lado en el guardamontes pone 45 CAL. Muchas de estas marcas pueden variar según la generación a la que perteneciera el revólver.

GENERACIONES

Como este revólver se ha mantenido en producción hasta hoy (más de 140 años), la Colt ha dividido su nominación en tres generaciones dependiendo de su antigüedad, siendo, que yo sepa, la única arma en el mundo que goza de este privilegio y es que las diferencias de valor entre generaciones hacían imperativa esta decisión. La Primera Generación va desde su salida al mercado en 1873 hasta 1941 en que se hizo un paréntesis en su fabricación debido a la Segunda Guerra Mundial, La Segunda de 1956 a 1974 y la Tercera Generación de 1876 hasta hoy.

PRIMERA GENERACIÓN. De 1873 a 1941 y del Nº 1 al 357.859.

En ella estuvieron disponibles con longitudes de cañón de 4 ¾" para uso civil, 5 ½" para la Artillería y el estándar de Caballería de 7 ½", aunque estos dos últimos también gozaron de un enorme éxito en el mercado civil.

El Departamento de la Guerra les hizo un pedido de 8.000 unidades el 23 de julio de 1873 en los que se incluían dos longitudes de cañón: uno de 7 ½ pulgadas, para la caballería y otro de 5 ½ para la Artillería al precio de 13 dólares cada una, incluyendo un destornillador. En total, entre 1873 y 1891 le fueron suministradas 37.063 unidades.

También hubo una serie de variantes: el denominado popularmente Modelo Sheriff, de banquero o de tendero con cañón de sólo 4" sin barra de expulsión. El Target fabricado de 1890 a 1898 con una tirada de 914 unidades equipadas con mira trasera regulable y, como no, el Frontier fabricado en calibre 44-40 Winchester de manera que era compatible con Winchester Modelo 73. Su producción comenzó en 1877 y su denominación real fue Colt Frontier Six-Shooter, que iba grabada al ácido en la parte izquierda del cañón. Después de 1889 la leyenda fue tirada hasta 1919 en que se añadió la inscripción ".44-40".

En 1900, coincidiendo con el número de serie 192.000, el Colt SAA fue certificado para su uso con pólvora sin humo y se mantuvieron esencialmente sin cambios hasta el cese de su fabricación al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

En caballo rampante, logotipo de la firma Colt, no se gravó en los revólveres hasta el número de serie 139.000.

Los de esta Primera Generación se fabricaron en al menos treinta calibres incluyendo el 22 o el 476 Eley pero aproximadamente la mitad, 158.884, se fabricaron para el 45. Los siguientes más relevantes fueron el 44-40 Winchester del que se hicieron 71.392, el 38-40 con una tirada de 50.520, el 32-20 Winchester con 43.284 y el 41 con 19.676.

Los Colt SAA fabricados en esta generación para la Artillería y la Caballería son los que mayor valor alcanzan en el mercado, superando fácilmente los 10.000 dólares.

En 1895-1896, el Gobierno remitió a fábrica 2.000 revólveres Colt SAA para ser reformados; 800 se redestinaron a la milicia de Nueva York con el cañón de 7 ½", y 1.200 fueron alterados, acortándoles el cañón a 5 ½" antes de serles devueltos de nuevo. En 1898, 14.900 revólveres SAA fueron alterados de la misma manera para el arsenal de Springfield.

El Colt SAA de esta colección salió de fábrica en 1877, por lo que pertenece a la Primera Generación.

SEGUNDA GENERACIÓN. De 1956 a 1974 y del Nº 0001SA al 73,205SA.

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Colt cesó su producción para dedicar más tiempo a los pedidos de guerra. Cuando terminó, el diseño se vio como obsoleto, sin embargo la llegada de la televisión y de las películas de cine dedicadas al Viejo Oeste protagonizadas por grandes estrellas como John Wayne o Gary Cooper hicieron que de nuevo fueran demandados por los clientes, reanudándose su producción en 1956.

TERCERA GENERACIÓN. De 1976 al presente y desde el Nº 80.000SA.

Se reanudó en 1976 con el número de serie 80.000SA. Cuando se alcanzó el 99.999SA, cambiaron el formato para agregar SA como prefijo, volviendo a empezar en el SA0001. Esto continuó hasta el SA99.999 que se alcanzó en 1993. En 1994 las siglas SA se utilizaron la primera letra como prefijo y la segunda como sufijo. Ejemplo: S00001A y así se continúa hasta nuestros días. 

Actualmente la firma Colt no está pasando por su mejor momento económico, por lo que solo construye el Modelo SAA bajo encargo.
A PRIMERA VISTA
Hay una serie de detalles que nos harán diferenciar a primera vista a que Generación pertenece un Colt SAA:

1.- El tambor de los de la 1ª Generación no tiene aristas. Los espacios que hay entre los alvéolos están redondeados y biselados.

2.- Hasta 1.900, coincidiendo con el número de serie 192.000, el tornillo de sujeción del eje del tambor iba embutido en el frontal, justo debajo del cañón, pero a partir de ese número, al cambiarse la carga de los cartuchos a la más potente pólvora sin humo, se cambió su ubicación para ganar en resistencia, pasando a estar ubicado en el lateral izquierdo y sin embutir.

3.- Hasta 1931 la forma de la mira trasera es en forma de 'V', a partir de ese año se fabricaron en forma de 'U'.

4.- El caballo rampante, logotipo de la firma Colt, no se gravó en los revólveres hasta el número de serie 139.000.

5.- La nomenclatura de los números de serie.

De todas formas, antes de gastarse los dineros en la compra de una estas piezas lo mejor es ser acompañado u aconsejado por un experto en ellas, puesto que al ser armas que alcanzan un gran valor económico están en el punto de mira de los falsificadores.

UN ARMA DE LEYENDA

Estamos ante un arma de leyenda, un icono que marcó una época durante la segunda mitad del siglo XIX del mismo modo que la pistola Luger lo hizo con la primera del siglo XX. Su poder, precisión y manejo son cualidades que tanto el ejército de los Estados Unidos como los civiles que colonizaron el Salvaje Oeste supieron apreciar, convirtiendo este revólver en un arma muy popular. Hoy todavía son muy apreciados por tiradores y, sobre todo, coleccionistas.

Los Colt SAA fueron testigos de la colonización del Oeste, de cruentas batallas contra los indios, incluyendo la acontecida cerca del río Little Big Horn aquel funesto 26 de junio de 1876 en que 700 soldados del 7ª de Caballería perdieron la vida, también estuvo presente en las minas de carbón de Virginia, en las de plata en el Oeste, en ambos lados de la ley: por un lado el sheriff Bat Masterson y por otro la banda de los hermanos Dalton, por citar solo un ejemplo. Bufalo Bill Cody, Pat garret, Billy the Kid fueron otros de sus famosos propietarios. Algunos Rough Riders a las órdenes de Theodore Roosevelt lo portaron mientras tomaban la colina de San Juan durante nuestra Guerra de Cuba. El general George S. Patton, quien comenzó su carrera en caballería, poseía una pareja con cachas de marfil grabadas con sus iniciales y un águila que se convirtió en su marca registrada. Lo usó durante una expedición a Méjico en 1916 para matar a dos lugartenientes de Pancho Villa y los llevó hasta su muerte en 1945, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Creo que fue en una publicidad de la época en donde se podía leer: 'Dios hizo a los hombres diferentes y Samuel Colt los igualó'. No es más que una frase con la que no puedo estar de acuerdo porque a la hora de la verdad, no todos sabían utilizarlo en el momento preciso y de la manera adecuada. Es sólo una curiosidad más.

Un arma que sin duda se ha ganado a pulso el adjetivo de legendaria.

Jesús Madriñán
Datos técnicos
Colt Firearms Manufacturing Co
Hartford, Connecticut (USA)
1872 a hoy en día
Simple Acción
190 mm
1.048 grs
Nogal
6 Estrías.
Samuel Colt (1814-1862) está considerado como uno de los armeros más importantes de la historia de las armas. Nació en la ciudad de Hartford, Estados Unidos, y se le considera como el padre del revólver hasta el punto de que la palabra Colt es sinónimo de revólver. Su apellido Colt, que traducido al castellano significa potro, fue el responsable de que el caballo rampante sea el logotipo oficial de la fábrica.

La consideración de que él fue el inventor no se ciñe a la realidad, pues mucho antes que Colt naciera ya existían armas de cilindro con varias recámaras. Algunas de ellas se remontan al siglo XVI, pero éstas se hicieron en muy pequeñas cantidades, siendo la mayoría prototipos o armas fabricadas por encargo. Lo que si es cierto es que él fue el que primero las fabricó en serie

Henry Barmard fue el primer biógrafo de Samuel Colt, y en su libro se puede leer: ...en un brillante día de primavera del año 1821, Samuel, que sólo contaba por entonces con 7 años, salió de excursión al campo con su familia y un grupo de amigos. Finalizado el almuerzo, se ausentó sin dar aviso a nadie, y ante su dilatada tardanza, todos emprendieron preocupados su búsqueda. Cuando al fin lo encontraron, estaba sentado bajo un árbol y en su mano había una culata de pistola. A su alrededor descansaban colocadas de manera ordenada todas las piezas de la misma y estaba procediendo a montarla de nuevo.

No tuvo una infancia afortunada. Su madre falleció cuando tenía 6 años, y su padre, hombre que al contrario que a su hijo nunca le sonrieron los negocios, se vio obligado a cuidar él solo de sus seis hijos. Samuel llegó a estudiar lo que hoy sería el equivalente al preescolar, pero su verdadera escuela la encontró en la farmacia de su padre, en donde aprendió, además del valor del dinero, lo que significa la confianza y las relaciones públicas.

Era una persona muy inquieta e inteligente. A los 10 años intentó fabricar un fusil de 4 cañones rayados, lo que por lógica resultó un rotundo fracaso.

Es famosa una anécdota que ocurrió el 4 de julio de 1829 en su pueblo. Contaba con 14 años y ya había inventado una mina submarina. Por medio de panfletos que él personalmente se dedicó a pegar por todos los árboles de la ciudad, anunció a bombo y platillo su invento, convocando a todos sus vecinos para que después del sermón del domingo asistieran al estanque de la plaza central y pudieran comprobar así la efectividad del mismo. Hay que decir que éstos ya estaban sobreaviso de las excentricidades del rapaz, por lo que la noticia despertó mucha curiosidad.

Para la ocasión, había atado la bomba a una piedra para que permaneciera en el embarrado fondo del estanque y, en la superficie colocó flotando una casamata de madera que debería volar por los aires cuando Samuel accionara el dispositivo de ignición.

El invento funcionó, pero no faltó el imprevisto que sellaba siempre sus experimentos. Cuando llegó el momento y con todos los vecinos como testigos, el viento hizo que la casamata se desplazara de su inicial ubicación. La explosión fue enorme y desparramó el barro acumulado en el fondo del estanque en todas direcciones, quedando los vecinos cual figuras de chocolate y el pueblo convertido en un auténtico lodazal. Eso si, la casamata quedó intacta.

Los vecinos, para vengarse de aquel mocoso que durante tantos años les había estado dando continuos sobresaltos, le ataron una piedra a una pierna para que fuera a parar al fondo del mismo estanque, pero afortunadamente Samuel fue salvado de la ira de la multitud por un hombre joven y comprensivo que años más tarde tendría una gran importancia en su vida: el ingeniero Elisha K. Root.

Su padre, para alejarle de la animadversión creada en el pueblo contra su hijo, decidió matricularlo en la Academia Militar de Amherst donde, poco tiempo después casi consigue quemar parte de la escuela con otro nuevo experimento por lo que fue inmediatamente expulsado.

Fue entonces cuando su progenitor decidió tomar una determinación para hacer entrar a su hijo en razón. Así, cuando cumplió los 16 años lo enroló como grumete en un barco llamado Corvo que hacía la ruta a La India y donde pasó los años 1830 y 1831. Allí, fue donde por primera vez surgió en su cabeza la idea del revólver, llegando a tallar uno en madera durante sus horas muertas.

Algunos historiadores defienden la tesis de que dicha idea le surgió al ver girar las enormes palas de las ruedas de los barcos de vapor, mientras que otros dicen que fue al contemplar como los enormes timones de los buques eran fijados a una de sus cabillas para mantener constante una dirección, de la misma manera que haría después para mantener fija una de las recámaras del revólver frente al cañón.

Al volver a casa comentó su idea con su padre, Chistopher Colt y con Henry Ellsworth, que además de gran amigo de la familia era el comisionado en su pueblo de la oficina de patentes de los Estados Unidos. Ambos contaban con avanzados conocimientos de mecánica y acogieron con entusiasmo su idea, animándolo a perfeccionarla y aconsejándole que la patentase.

Pero Samuel, a pesar de lo ahorrado cuando estuvo embarcado, no contaba con el capital suficiente, por lo que decidió trabajar en algo con lo que ganara lo bastante para poder patentarlo. Así, con 18 años se compró dos caballos de tiro y una humilde carreta, se hizo llamar "Doctor Coult de Calcuta" y se dedicó al oficio de vendedor ambulante, más conocido popularmente por el de "charlatán". Recorrió durante 3 años Canadá y los Estados Unidos, vendiendo un potingue que, según decía, "curaba a los enfermos y prolongaba la vida de los sanos". Lo debía de hacer de maravilla pues en una ocasión, el "Doctor Coult" fue requerido urgentemente por las autoridades de un pueblo ribereño para paliar un brote de cólera que, supuestamente, había surgido en un barco fluvial del Mississipi.

Según nos cuenta en sus memorias, este trabajo fue decisivo en su futuro, ya que le enseñó a agudizar su oratoria y su don de gentes que, a la postre, junto con su ingenio, fueron los pilares de su imperio.

Fue el primer armero que consiguió la elaboración completa de armas a gran escala, pues hasta la fecha casi todos se especializaban en partes concretas del arma que, una vez terminadas, se llevaban a un centro de ensamblamiento de donde salían para sus puntos de venta. Debido a esto, la firma Colt basó su publicidad en la fabricación en serie y la intercambiabilidad de todas sus piezas en un mismo modelo, así como en la calidad de sus armas.

Abrió su primer taller en su ciudad natal, en la calle Main Street del East Side, donde hoy en día se puede visitar su colección privada. A la temprana edad de 21 años fundó The Colt Patent Arms Manufacturing Company, y registró su primera patente en Inglaterra con el número 6.909, el 22 de octubre de 1835, pues en aquella época las patentes allí registradas valían a la vez para Inglaterra, Francia y los propios Estados Unidos. De todos modos también la registró en América con el número 9.430-X el día 25 de febrero de 1836. Lo esencial de esta patente consistía en un mecanismo que hacía girar el tambor al armar el martillo, mientras que los de sus competidores había que girarlos manualmente.

Su patente expiró a finales de 1856, y los demás fabricantes se lanzaron a producir copias de los revólveres Colt, sobre todo de los modelos Pocket y Navy que eran los que disfrutaban de más popularidad. Era tal su fama que algunas fábricas se erigieron con el único afán de copiar sus modelos. La mayoría duraron muy poco, ya que su calidad se alejaba enormemente de la de los originales.

Durante los años siguientes, Colt continuó trabajando tratando de interesar a funcionarios del Gobierno, militares y particulares, sobre las bondades de su revólver. Paralelamente desarrolló otros inventos, como su sistema de minas submarinas para protección de puertos, y su cable submarino para conducir electricidad y señales telegráficas, llegándose a asociar nada menos que con Morse, el padre de la telegrafía.

Durante la Guerra de Secesión Americana, al estar la fábrica Colt en territorio de la Unión, los Confederados no pudieron acceder a los originales, por lo que produjeron sus propios modelos Navy 1851 que se les conoce con el nombre de REBEL. Éstos fueron fabricados en la ciudad de Griswoldville en Georgia por dos empresas sureñas que pagaron por el permiso de fabricación 300 dólares oro a la firma Colt.

Usado por la caballería del Ejército Confederado, la urgencia de armar a sus hombres hizo que los primeros modelos se fabricaran fundiendo la campana de la iglesia de Macon, de ahí su nombre RE-BEL -revolver-campana-. Se diferencia del Colt Navy original en que el cañón es redondo en vez de octogonal. El revolver Rebel es una de las piezas más cotizadas por los coleccionistas de todo el mundo.

En Inglaterra, expuso sus productos en la Gran Exposición Universal celebrada en el Palacio de Cristal de Hyde Park de Londres, presentando como novedad el Colt Navy Modelo 1851. El arma logró tal éxito que Colt se animó a abrir una sucursal de su fábrica en el mismo Londres, inaugurándola el 1 de enero de 1853.

Al contrario de lo que había ocurrido en América, sus productos no despertaron tanta admiración entre la oficialidad como entre la población civil, por lo que en vísperas de la guerra de Crimea, Samuel Colt se decidió por hacer una gira por las principales capitales europeas para promocionar sus armas, llegando hasta Constantinopla con la esperanza de poder conseguir pedidos militares.

Guiado siempre por su don de gentes y de su indiscutible instinto comercial, tampoco tenía reparos para recurrir a cualquier estratagema con el fin de obtener un pedido. Filtraba por medio de terceros información a un determinado país respecto a contratos firmados por él mismo con otro hostil a éste. Utilizando esta treta logró, por ejemplo, firmar un importante contrato de suministros con Turquía que odiaba a Rusia, y otro con Rusia que compartía los mismos sentimientos hacia Turquía. Era un maestro a la hora de aprovechar la idea de que "tu enemigo siempre está mejor armado que tu".

Otro ejemplo de su valía como hombre de negocios es que consiguió un importante contrato con Gran Bretaña que temía la amenaza rusa sobre el Bósforo cuando, de manera sospechosa y oportuna el Times citó en un artículo que la marina rusa estaba armada con los revólveres Colt, fue entonces cuando por fin recibió pedidos oficiales de las autoridades británicas, que solicitaron 9.500 revólveres para la Marina y 14.000 para el Ejército.

Así, paradójicamente al estallar la guerra de Crimea en 1854, los revólveres Colt armaron a las tropas inglesas frente a los Colt rusos que, a su vez, luchaban también contra los Colt turcos.

Para no ser descubierto fabricó todos los pedidos ingleses y turcos en su fábrica de Londres, mientras que los rusos fueron fabricados por armeros de Lieja (Bélgica) a los que Colt les cedió temporalmente la patente.

Al final la factoría de Inglaterra no le dio las alegrías previstas, pues debido a los informes favorables que se hicieron en dicha contienda sobre el funcionamiento de un nuevo revólver fabricado por el inglés Robert Adams (1809-1870), reforzados por los que lucharon en la rebelión de los Cipayos en la India, favorecieron la adopción de éste por el ejército británico. La diferencia que más pesó tuvo en su elección para sustituir al Colt residió en la rapidez de carga, pues con el Adams esta tarea se realizaba en 38 segundos frente a los 58 del Colt. Fue el fin de la fábrica Colt en Londres que se vio obligada a cerrar en 1857.

América, Inglaterra y Bélgica fueron los únicos países agraciados legalmente con la patente de los revólveres Colt. A pesar de ello, se hicieron muchas reproducciones en otros países entre los que nos podemos contar, así como en Austria, donde en un taller mecánico de Insbruck, se fabricó a partir de 1849, una versión más pequeña del Colt Modelo Dragoon y que fue adoptado por la Marina austriaca.

Más que un armero fue en realidad un aventurero y un gran empresario que contaba con unas dotes de ingenio y organización enormes. Fue tan grande el imperio que creó -se dedicó a otros muchos negocios aunque el que le dio la fama fue el de las armas- que serían necesarios varios libros para poder obtener una somera idea de la verdadera magnitud de su obra.

Samuel Colt murió muy joven a los 47 años, el 10 de enero de 1862. En aquel momento, era uno de los hombres más ricos y poderosos de su país, pero se encontraba psíquicamente agobiado por la muerte temprana de sus hijos al poco tiempo de nacidos, agotado por exceso de trabajo y debilitado por sufrir de gota y un resfrío mal curado que comprometió su sistema respiratorio. También es muy posible que este cuadro general estuviese complicado por la existencia de una enfermedad venérea.

Su joven viuda, Elizabeth Jarvis Colt, una mujer de temperamento de acero y firmes convicciones religiosas, amante esposa y gran compañera, seguiría manejando los destinos de la firma hasta su muerte en 1905.

La fábrica continuó con la misma política comercial y de calidad que su fundador. Hoy en día, con más de siglo y medio de existencia, sigue siendo una de las fábricas más importantes del mundo.