J.M. Firearms Collection

AVISPERO Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
El popularmente llamado avispero es un arma formada por un conjunto de cañones, de número variable, dispuestos concentricamente sobre un eje, resultando así­ un arma pesada y maciza, armada normalmente con 6 cañones, pero tampoco es raro encontrarlos con 8 ó 10.

Excepcionalmente podemos encontrarnos con ejemplares que cuentan con muchos más, como es el caso del impresionante ejemplar belga que con 24 cañones se puede contemplar en el Museo del Ejército de Madrid. Es más un capricho encargado en su dí­a por algún "iluminado" que un arma propiamente dicha, pues su enorme peso la tení­a que convertir en un arma inoperante.

Como caracterí­stica más destacable del avispero cabe reseñar que cada cañón posee su propia recámara y chimenea. Así­, al presionar el gatillo se producí­an consecutivamente dos acciones: primero se giraban automáticamente los cañones hasta que el correspondiente quedara encarado con el percutor, y segundo, se producí­a el disparo después de que el percutor golpeara la chimenea en donde se colocaba el pistón.

En los modelos más primitivos, el movimiento de giro de los cañones se hací­a de forma manual.

Este arma nació debido a la necesidad de aumentar el poder de fuego, ya que hasta entonces las armas eran generalmente monotiro. Según fuentes consultadas, la fabricación de este arma tuvo su cenit entre 1830 y 1860, alcanzando gran difusión en Inglaterra, Bélgica y Estados Unidos donde se fabricaron maravillosas piezas dignas de una dilatada contemplación. La diferencia fundamental entre los fabricados en Inglaterra y Bélgica reside en los cañones; generalmente los británicos forman un único cilindro unido a un bloque central a modo de un tambor, mientras que los belgas van soldados unos a otros de forma independiente.

Traí­da de Europa, este tipo de arma, se puso de moda en los Estados Unidos durante la Fiebre del Oro en California, debido a que en 1830 todaví­a no se conocí­a el revólver y con demasiada frecuencia la vida de un hombre y sus pepitas de oro dependí­an del poder de fuego con que contara.

El martillo que golpea los pistones tení­a forma de cazoleta hueca, esta forma prevení­a que, al hacer ignición uno de los fulminantes, no lo hiciera también "por simpatí­a" el situado inmediatamente contiguo al haberle afectado también la chispa con el resultado de que se disparasen todos los cañones a la vez. Esto ocurrí­a frecuentemente en los primeros modelos, con el consiguiente susto para el usuario, ya que sus martillos eran romos y no contaban con la citada cazoleta.

El avispero está considerado como un arma de transición entre la pistola y el revólver, resultando eficaz sólo en distancias cortas donde era un arma terrible. Su precisión a otras distancias era completamente nula, debido a que la cresta del martillo tapaba el campo de visión sobre cualquier punto de mira que se le quisiera aplicar, y también, por su sistema de doble acción.

En los Estados Unidos se le conoce como peeperbox (pimentero en castellano). Muchos cuentan en la parte inferior de la culata con una cajita pistonera.

La producción española de avisperos con sistema de percusión es mucho más reducida que la de los paí­ses anteriormente citados. Fue ejecutada con medios artesanales en un perí­odo que se iniciarí­a a finales de la década de 1840 y finalizarí­a en la siguiente; mientras que la producción con sistema Lefaucheux fue mucho más profusa, iniciándola la firma Orbea Hermanos de Eibar que, en 1864, obtuvieron el privilegio de fabricación del modelo francés de Jean Mathieu Deprez, pero el revólver era ya un arma de sobra conocida para entonces, así­ que la demanda fue muy pequeña y muy pocos fueron los que se llegaron a fabricar.

Su producción en la zona vasca finalizó durante la década de 1880; para entonces Orbea Hermanos ya habí­a interrumpido su fabricación.