J.M. Firearms Collection

WERDER modelo 1869 Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Koniglich Bayerischen Gwehfabrick y Cramer & Klett
Alemania
1869-1879
Simple acción
382mm
179mm
1625grs
Nogal
Estrías

La pistola Werder Modelo 1869, inventada por Johann Ludwig Werder, fue un arma de ordenanza en el ejército bávaro. Está basada en su rifle Weber Modelo 1868, siendo una de las primeras pistolas militares de fuego central adoptadas por un ejército europeo.

Johann L. Werder (1808–1895), fue un inventor bávaro de origen suizo, cuya maña e ingenio venían en los genes pues su padre había sido maestro cerrajero. Desarrolló estos dones durante toda su vida, llegando a ser diseñador y director de la fábrica de máquinas Cramer & Klett de Nuremberg, aunque en sus inicios trabajó en una fábrica textil, en un instituto ortopédico y además en el taller de un afamado maestro relojero, llegando en 1865 a ser el director de dicho centro donde se ocupó del desarrollo y fabricación de armas.

En la década de 1860, en plena expansión del imperio prusiano, la tremenda superioridad que el fusil Dreyse de retrocarga dio a estos en sus guerras contra austriacos y daneses suscitó gran inquietud en todos los países europeos. Dicho fusil de cerrojo fue el primero en cargarse con cartuchos completos formados por un cilindro de papel, enroscado en su parte delantera y trasera, dentro del cual se incluía pólvora, proyectil y fulminante. Su velocidad de carga fue determinante para vencer a dichos países, armados todavía con fusiles de avancarga.

El vecino reino de Baviera no fue ajeno a esa inquietud, así que para preservar su independencia decidió convocar en 1867 un concurso para dotar a su ejército de un fusil que pudiera hacer frente al Dreyse prusiano. Johann L. Werder se presentó ante la Real Comisión Experimental de Armas, bajo la dirección del Príncipe Leopoldo de Baviera con un rifle tremendamente novedoso que superaba al temido Dreyse. Se trataba de un arma de retrocarga, fuego central, monotiro, con cierre de caja y, sobretodo, que utilizaba cartuchos metálicos que permitían una alta velocidad de disparo pudiendo en manos de un soldado experimentado disparar hasta 15 tiros por minuto. Toda una revolución en el mundo de las armas. Atrás quedaban los problemas de humedad en los cartuchos de papel o su ruptura al ser introducidos forzados en la recamara debido al nerviosismo del combate. Tras las preceptivas pruebas, la comisión quedó satisfecha, declarando por Real Orden de 18 de abril de 1869 reglamentario al rifle Werder Mod. 1868 como dotación del ejército de Baviera.  Por su parte, Werder recibió por el diseño de su rifle la Cruz del Caballero de la Orden del Mérito de San Miguel.

EL ARMA

La caballería ligera bávara fue la primera en querer adoptarlo en versión carabina y exigió una pistola con el mismo mecanismo. De esa exigencia nació la pistola Werder Modelo 1869. Como era de suponer, los oficiales de otras armas como infantería o artillería exigieron lo mismo, así que se contrataron 4.000 pistolas Werder destinadas a la oficialidad. A cada oficial se le dotaría de una pistola acompañada de su funda de cuero y de una cartuchera con 16 cartuchos, así como una baqueta de latón para las tareas de limpieza.

Su fabricación corrió a cargo de dos fábricas: la Koniglich Bayerischen Gewehrfabrick (Fábrica Real de Rifles de Baviera) establecida en Amberg, con punzones “GF” que portan sobre la recámara, que era la encargada del cañón, armazón y demás, y la Cramer & Klett de Nuremberg, cuyo director era Johann L. Werder, con punzones “KC”, cuyo único cometido era el de fabricar los complejos mecanismos de disparo. Por ello los números del armazón, que son los de serie, no coinciden con los de los mecanismos.

El mecanismo de disparo de esta pistola es un verdadero sistema de relojería por su aparente aparatosidad. Se activaba empujando el falso gatillo que porta en el guardamontes hacia delante, lo que hacía bajar el cerrojo permitiendo que el cartucho se introdujera en la recámara por la parte superior, y una vez estaba dentro, se tiraba hacia atrás del martillo con lo que se subía el cerrojo quedando el arma cargada y lista para ser disparada, lo cual no dejaba de ser peligroso con el martillo echado hacia atrás. Para solventarlo, se ideó una palanca que actuaba a modo de seguro y que no permitía al martillo retroceder a su posición de disparo, con lo cual la recámara iba siempre abierta. Los oficiales consideraron que esta pieza no era nada práctica así que solían retirarla o romperla directamente, por lo que es difícil encontrar esta pistola con su palanca de seguro. En realidad se trata de un sistema de carga muy parecido al del rifle Martiny-Henry británico.

Aunque la pistola había sido diseñada en 1869, debido al estallido de la guerra Franco-Prusiana de 1870-1871 en la que Baviera participó, teniendo en cuenta que los fusiles y carabinas tenían prioridad, la elaboración de la pistola se vio postergada hasta la finalización de la contienda, comenzando a fabricarse en agosto de 1871, por lo que no participó en ella. Además, las operaciones de inspección y fabricación de sus cartuchos, más cortos que los de los fusiles (11x50 contra 11x35 de las pistolas), hicieron que las primeras no llegaran a sus unidades hasta 1872.

En 1871 la victoria de Prusia sobre Francia hizo que este estado tuviera una posición predominante sobre el resto de estados germánicos como Baviera, Bohemia y Moravia, etc., así que se procedió a la unificación de todos ellos, fundándose así Alemania. A los bávaros les fue concedido la conservación de su armamento durante esa década, aunque con la condición de que el calibre de sus armas largas se reunificara con el de los Mauser 1871 (pasando así del 11x50 al 11x60R), fusil que había reemplazado al Dreyse en las filas prusianas. Las pistolas, en cambio, mantuvieron su 10x35R original.

La reunificación acarreó un aumento en el número de oficiales bávaros, y las unidades de la pistola Werder Mod. 1869 en reserva eran insuficientes para dotar a los nuevos. Para solventar el problema, se ordeno la fabricación de nuevas pistolas, las cuales no se llegaron a elaborar. El motivo fue que algunas carabinas no habían sido destinadas a ninguna unidad, y que el complejo cajón de mecanismos, la parte más cara de fabricar, era común en ambas, por lo que se decidió transformar éstas en pistolas tras que una comisión militar estimara que transformar la carabina para fabricar la pistola hacía que esta costara 1/3 de lo que costaba fabricar una nueva.

Según los datos que se conservan en los archivos bávaros, solo 4.000 pistolas Werder Modelo 1869 fueron construidas originalmente y otras 700 se realizaron provenientes de la conversión de carabinas.

Las pistolas provenientes de carabinas son fáciles de distinguir: conservan el numero de serie de la misma en la rosca que une el cañón con la recamara que no coincide con el de la pistola. Además, bajo el tornillo de la cacha derecha de nogal llevan una letra gótica “M” coronada.

Por su parte las pistolas originales Mod. 1869 portan siempre los marcajes de los regimientos a que fueron destinadas en la parte trasera derecha del armazón, justo encima del final del guardamontes y también en el fondo de la culata, junto a la anilla del fiador.

Otro dato a tener en cuenta es que la parte superior del cajón de mecanismos de  las originales suelen estar escasa de pavón debido al roce que se producía en esa parte con la mano y el cartucho al cargar el arma, mientras que las “convertidas” lo suelen conservar al haber estado poco tiempo en servicio.

En el mercado del coleccionismo, las Werder Mod. 1869 originales tienen un valor sensiblemente superior a las provenientes de la transformación de carabinas.

EPILOGO

La pistola Werder apareció en un compulso momento de la historia. Durante la segunda mitad del siglo XIX, Europa se vio inmersa en una espiral de conflictos: guerras civiles como las carlistas en España, guerras entre naciones como la franco-prusiana o las de Prusia contra Dinamarca y Austria, guerras de liberación como las de los países balcánicos contra la ocupación de Turquía, y reunificaciones de pequeños reinos formando una sola nación, como Alemania o Italia. En dicho contexto, el armamento se modificaba a gran velocidad, en plena revolución industrial, el enemigo siempre tenía mejores armas que uno, así que había que actualizarse, era una constante renovación.

La pistola Werder no fue ajena a estos acontecimientos y por ello se fabricaron tan pocas unidades. Los oficiales, aunque tenían las enormes Werder de dotación, preferían proveerse a titulo privado de revólveres que tenían mayor capacidad de fuego. En 1880, los bábaros adoptaron el revolver prusiano modelo 1879, mas conocido por los coleccionistas como el Reichrevolver que, por cierto, tampoco era ninguna maravilla, siendo la Werder apartada del servicio, destruyéndose las mal conservadas y vendiéndose el resto a una sociedad llamada Alfa, especialista en la compra de excedentes militares. La mayoría de estas finalizaron su carrera en los conflictos acaecidos en los Balcanes en 1908 entre los turcos y las pequeñas naciones Balcánicas.

La pistola de esta colección conserva la palanca del seguro, tiene todos sus números coincidentes, los del armazón por un lado y los del mecanismos por otro. Está fechada en 1877 y porta en el armazón el siguiente distintivo de tropa: “3 A 118” de Feld-Art.Regiment, 1. Batterie, Waffe 18 que corresponde a 3er. Regimiento de Artillería de Campo. 1ª Batería. Arma 18, y en la parte baja de la culata, justo al lado de la anilla del fiador: “3 AR 19 B” de Feld-Art.Regiment 19 Batterie oder reitende Batterie, es decir, 3er. Regimiento de Artillería de Campo. 19ª Batería Montada, lo que nos indica que el oficial que la tenía en dotación estuvo destinado en dos puestos del mencionado Tercer Regimiento bávaro.

Por su escasez, se trata de un arma tremendamente atractiva para cualquier coleccionista, sobre todo para los que gustan de las armas alemanas de la época imperial.

Jesús Madriñán