J.M. Firearms Collection

PISTOLA RUBY - ASTRA 1916 Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
ESPERANZA Y UNCETA
Guernica
1916
Semiautomático
89 mm.
850 Gr.
Madera
Toda patente concedida en España por veinte años, garantizaba una protección mínima de dos (“inferior a tres años”, en la Ley de 16 de mayo de 1902), trascurridos los cuales, mantenerla en vigor requería, además de abonar la cuota anual, disponer de un certificado que acreditara su explotación en España, ya fuera instalando una fábrica o cediendo los derechos a un armero local. El usual subterfugio para evitar la anulación, manteniendo por más tiempo la validez de la patente, consistía en la presentación de un certificado falso.

Esto hizo J. M. Browning quien, a partir de 1894, solicitó patente española para sus inventos, hasta 1904 en que la “Fabrique Nationale” belga pasó a hacerlo por él, ya que habían llegado a un cuerdo por el cual tendría la exclusiva en la fabricación de su último invento: la pistola Browning Modelo 1903 o FN 1903.

Pero esa pistola había despertado un enorme interés por parte de los armeros eibarreses que pronto comenzaron a fabricarlas y, si bien mostraban novedades más o menos relevantes, patentadas en calidad de “mejora en pistolas automáticas”, no dejaban de ser evidentes usurpaciones de la patente de esa Browning. Eran las “Browning” eibarresas, internacionalmente conocidas como pistolas “tipo Eibar o Ruby”, a cuya fabricación intentó poner fin la “Fabrique Nationale” mediante amenazas.

Para hacer frente a estas, el 12 de junio de 1912 se reunieron, en el Consistorio de Eibar, todos los fabricantes amenazados, acreditando su producción a fin de contribuir, proporcionalmente, a los gastos que devengara averiguar la gravedad del asunto.

Su relación es la que sigue:

1.- Pedro Careaga, con producción de 60 pistolas diarias.
2.- Hijos de Ángel Echeverría: 35 pistolas diarias (marca VESTA)
3.- F. Arizmendi y Goenaga: 30 pistolas diarias (marca WALMAN)
4.- Garate, Anitua y Cª: 25 pistolas diarias (marca EXPRESS)
5.- Bonifacio Echeverría: 20 pistolas diarias (marca STAR Nº 2)
6.- Martín Antonio Bascarán: 14 pistolas diarias (marca MARTIAN)
7.- Beistegui Hermanos: 13 pistolas diarias (marca DIANA)
8.- Echave y Arizmendi: 10 pistolas diarias (marca VITE)
9.- Antonio Errasti: 10 pistolas diarias (marca ERRASTI)
10.- Hijos de J.J. Aldazabal: 10 pistolas diarias (marca CENTRAL AMERICAIN).
11.- Mendicute, Sarasqueta y Cª: 5 pistolas diarias (marca LIGERITA)
12.- Toribio Zulaica: 5 pistolas diarias (marca ZWLAIKA)
13.- Martín Erquiaga: 5 pistolas diarias (marca FIEL)
14.- Faustino Arteagoitia: 5 pistolas diarias (marca TITANIC)

Un mes más tarde, ingresó en el grupo Marcelo Zulaica, que en este intervalo había iniciado también su fabricación, acreditando producir 10 diarias (marca ROYAL).

No les resultó difícil averiguar que, al no existir la producción nacional acreditada en los certificados, la “Fabrique Nationale” difícilmente podía actuar legalmente contra ellos, con lo que todos los armeros se lanzaron a ofertar sus “Browning” al mercado nacional e internacional.

Durante la Primera Guerra Mundial sirvieron de dotación al ejército francés que la denominó Pistolet Automatique de 7 millim.65 genre "Ruby", y tras ella el ejército finlandés también las incluyó en su arsenal, denominándola Pistol M/19.

Los motivos que la hicieron tan popular se deben a su simplicidad, bajo coste y rápida producción. Para conseguirlo, simplificaron el seguro de la Browning, cambiaron la forma de las muescas de amartillado de rectas y verticales a curvas (para las primeras se requería de una fresadora, mientras que para las segundas bastaba con un simple torno), e instalaron el marrillo interior.

Se trataba de una pistola semiautomática del calibre 7,65 mm, con un cargador con capacidad para 9 cartuchos.

Tras la Gran Guerra, pensando en el mercado civil, algunas firmas redujeron su tamaño y su calibre, que pasó a ser de 6,35 mm con 6 cartuchos de capacidad. Su producción continuó hasta la Guerra Civil en que, una vez las tropas de Franco se hicieron con las villas armeras vascas, no hay constancia de que se fabricaran nuevas series.

Su historia dentro del ejército francés es el siguiente: Durante los comienzos de la Primera Guerra Mundial, el ejército francés había sufrido grandes pérdidas de material, por lo que sus responsables se vieron obligados a buscar un arma corta de manufactura extranjera, pues sus tres fábricas gubernamentales estaban fabricando a marchas forzadas fusiles y ametralladoras.

En Norte de Francia, su región más industrializada, pronto fue ocupada por los alemanes, así que por su proximidad, miraron hacia España buscando una solución a su problema de reabastecimiento. Tuvieron en cuenta que en la zona vasca había multitud de talleres armeros en condiciones de poder construir la Ruby satisfactoriamente y que, una vez fabricadas, podían estar en sus manos casi inmediatamente.

Tomada la decisión, una comisión gala se puso en contacto con la compañía Gabilondo y Urresti de Eibar, firmando con ellos un contrato en 1914 que les aseguraba la dotación de armas cortas durante toda la guerra. El contrato especificaba que la firma española debería entregar mensualmente al gobierno francés 10.000 unidades de la pistola Ruby, comenzando la entrega en agosto de 1915, pero pronto esta cantidad no fue suficiente y los franceses duplicaron sus exigencias a 30.000 unidades mensuales, cantidad que Gabilondo no podía asumir, por lo que no tuvo más remedio que subcontratar los servicios a más de 30 talleres armeros de la zona para poder entregar el pedido, evitando así que los franceses rescindieran el contrato.

Tras su fabricación, todas las pistolas Ruby destinadas al ejército francés eran enviadas a la fábrica Manufacture d'Armes de Bayonne (MAB), en Francia para su inspección. Una vez aceptadas, eran punzonadas con dos estrellas en la boca de carga del cargador, tras lo cual salían con destino a las unidades de combate.

Es imposible saber a ciencia cierta el número real de pistolas Ruby mandadas a Francia, pues los archivos fueron destruidos durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.

En 1923, rematada ya la guerra, los franceses siguieron construyendo esta pistola en la Manufacture d'Armes des Pyrénées, con el nombre de “Unique”.

Además de en la Gran Guerra, la pistola Ruby siguió utilizándose en el ejército francés durante las guerras coloniales de Siria y el Norte de África, en la Segunda Guerra Mundial, Indochina y Argelia. Muchas de ellas fueron capturadas durante el conflicto de Indochina y usadas por los oficiales del Vietcong en la guerra de Vietnam.

Pero Francia no fue el único país en la que la pistola Ruby estuvo de dotación, pues en julio de 1919, el gobierno finlandés compró a los galos 10.000 unidades a las que denominó Pistol M/19, siendo la primera pistola reglamentaria con que contó ese ejército, teniendo que utilizarlas durante la Guerra de Invierno contra los rusos y posteriormente durante la Segunda Guerra Mundial, compartiendo trinchera con la mítica Lahti.

Según una relación del ejército, en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, de las 10.000 recibidas sólo quedaban operativas 4.500. Al rematar la guerra, debido al escaso poder de su cartucho de 7,65 mm, fueron guardadas en arsenales, contabilizándose sólo 2.581 unidades en 1951. Entre 1965 y 1971 fueron vendidas a personal militar y coleccionistas, causando definitiva baja en ese ejército en 1986.

También el ejército serbio recibió, durante la Primera Guerra Mundial, 5.000 de estas pistolas, y Yugoslavia compró otro lote de número sin especificar entre 1931 y 1933, denominándola “Pistolj 7,65 mm/VTZ 1933”.

Entre sus ventajas contaba con su simplicidad, bajo coste y rápida producción, pero también tenía sus desventajas, entre las que sobresalía la poca potencia de su calibre y, sobre todo, que al haber sido fabricadas por diferentes armeros, sus partes no eran intercambiables, incluido el cargador.

La pistola de esta colección es una tipo Ruby fabricada por la casa Esperanza y Unceta afincada en Guernica. El 25 de Noviembre de 1914 la firma registró la marca ASTRA y a partir de entonces todas sus armas iban marcadas con dicho nombre. Se trata de una ASTRA Modelo 1916, que junto con el Modelo 1915 fueron subcontratadas por la firma GABILONDO, única contratista de la pistola Ruby con el Gobierno Francés para dotar a su ejército.

Lleva en el cañón, a la altura de la ventana extractora, la palabra "HOPE” (Esperanza en inglés, lo que coincide con el apellido de uno de los fabricantes) y una “PG coronada". Estas dos marcas fueron registradas como patente por Juan Esperanza y Pedro Unceta.

Jesús Madriñán Vázquez
Datos técnicos
ESPERANZA Y UNCETA
Guernica
1916
Semiautomático
89 mm.
850 Gr.
Madera
Nacido en 1860 en la localidad de Broto (Huesca), Juan Esperanza Salvador, fue un destacado industrial que a temprana edad se mudó a la localidad vasca de Guernica donde aprendió todo lo relacionado con las armas. Allí vivió hasta el día 26 de Abril de 1937, fecha fatídica en que su casa, como tantas otras, fue destruida por el terrible y famoso bombardeo de la Legión Cóndor. Tras vivir en Marquina unos años se trasladó a Bilbao donde falleció en 1951.

Sus inicios están reseñados en Eibar en 1902, y en 1907 donde ya poseía un taller con ocho operarios. El 17 de Julio de 1908 se asocia con Juan Pedro Unceta Barrenechea Cendoya, experto montador y exportador de armas para fundar la empresa “Esperanza y Unceta”, que, en un principio, se limitó a fabricar piezas para otras fábricas de armas. Esperanza se ocupó del control de los talleres mientras que Unceta manejó la parte administrativa.

ASTRA (1908-1936)

En 1910 se incorpora a la empresa el ingeniero y diseñador Pedro Careaga, inventor de la pistola Modelo Eibar, copiada por cientos de armeros y más tarde conocida como Ruby. Careaga se basó en la Browning Modelo 1906, y pensó en como fabricarla con las máquinas de que disponía la empresa Esperanza y Unceta. De este modo, en 1911 patenta su modelo, el resultado fue la pistola VICTORIA.

Esperanza y Unceta, no se sirvió de empresas eibarresas para la adquisición de piezas y acero, si no que las compraba a productores extranjeros. Muchas de las piezas las importaba directamente de la FN belga, y la compra de la maquinaria y herramientas la realizó en Estados Unidos.

Así, entre 1911 y 1913 llegaron a fabricar numerosas unidades de la pistola VICTORIA del tipo Ruby, arma que por su gran calidad, a pesar de que tenía un precio más elevado que el resto de sus competidoras, fue un éxito de ventas inclusive cuando el sector estaba en franca recesión.

En 1913, ante la necesidad de ampliar la fábrica, se trasladaron la firma a Guernica animados por su Ayuntamiento que, además de facilitarles gratuitamente los terrenos, les construyó un pabellón y les subvencionó con 50.000 pesetas de la época. Allí quedó ubicada hasta su cierre en 1997.

El 25 de Noviembre de 1914 patentan el nombre comercial de ASTRA, renombrando a su Modelo VICTORIA como ASTRA Mod. 1911. Ese mismo año fue subcontratada por la firma GABILONDO, contratista real de la pistola Ruby con el Gobierno Francés, y fabrica la pistola Ruby ASTRA para dotar al ejército francés e italiano, inmersos en plena I Guerra Mundial, que contaban sólo, y en pequeñas cantidades, con sus obsoletos pero todavía reglamentarios revólveres.

Durante esos años, consiguieron que el Conde de Campo Giro les contratara la pistola diseñada por él, denominada “Pistola Campo Giro de 9 mm. Modelo 1913” que acababa de ser declarada reglamentaria para armar a la oficialidad del ejército español. En 1916 fallece el Conde de campo Giro, y todos los derechos y patentes pasan a ser propiedad de ASTRA según acuerdo anterior entre el Conde y Juan Esperanza.

Su producción cesó en 1919 y en 1920 la firma patentó, junto con Pedro Careaga, una pistola basada en la Campo Giro, denominándola pistola ASTRA Modelo 400 calibrada para usar el cartucho de 9 mm. Largo y que ganó en el concurso de elección de arma reglamentaria del Ejercito español. En 1922 fabrica la ASTRA 300 similar a la 400 pero más pequeña en calibre 7,65 y 9 mm corto.

Gracias a estos modelos pudieron afrontar la crisis económica que acarreó el cese de las ventas debido al final de la I Guerra Mundial y a la aprobación por parte del Gobierno, de un nuevo reglamento sobre armas, creando la "licencia de armas" y "la guía del arma", haciendo más restrictivo su uso para frenar la sangrienta guerra entre pistoleros de la patronal y sindicalistas.

Esperanza era un avispado hombre de negocios, y decidió cubrir las espaldas de la empresa diversificando su producción; así, a la vez que fabricaba el Modelo 400 también producía balanzas de mostrador, máquinas fresadoras y espoletas para bombas de aviación.

En 1925, Juan Esperanza abandona la sociedad. Con su marcha, ASTRA se reestructuró como UNCETA y Cia., de este modo sabemos que las firmadas Esperanza y Unceta son anteriores a 1926, y que a partir de entonces están marcadas como Unceta y Compañía.

A pesar de haber abandonado la fábrica, sus socios siguieron siendo los mismos y con ellos, debido a la interminable guerra en África, funda dos sociedades nuevas: Esperanza y Cia. y Construcciones Mecánicas S.A. dedicadas a la fabricación del Mortero Valero y de la pistola ALKAR cuya patente adquirieron a la fábrica ALKARTASUNA desaparecida en 1922. También crearon la Joyería y Platería de Guernica S.A., que todavía hoy en día fabrica los cubiertos “DALIA”.

En 1927 ASTRA comienza su producción del modelo 900 cal 7,63 mm, copia de la pistola Mauser con culatin, y dispositivo de tiro a ráfaga para exportar a China. Tal fue el volumen del negocio que se constituyó en Sanghai una filial, la ASTRA-CHINA Company. En 1932 se declara reglamentaria para los Guardias de Asalto y la Guardia Civil.

La Mauser original no había diseñado su pistola con mecanismo de tiro a ráfaga, y para no verse desplazada, tuvo que integrarlo y además diseñó cargadores extraíbles de 10, 20 y 40 cartuchos, copiando el Mod. 900 de ASTRA.


ASTRA (1936-1998)

Al inicio de la Guerra Civil, la empresa es intervenida por el Gobierno de la República. Rufino Unceta, hijo de uno de los fundadores de la fábrica, Pedro Unceta, deseaba la llegada de las tropas franquistas para que "salvara" a España de las izquierdas que tanto habían limitado las ventas de armas cortas.

Cuando se enteró de que su fábrica sería trasladada a Bilbao por orden de la República empezó a urdir planes para impedirlo mientras esperaba la llegada de las tropas nacionales. José Rodríguez, director gerente de Unceta y Cia. en 1937, contribuyó en los planes para dificultar el traslado. Debía mantener la integridad de la fábrica de modo que pudiera pasar a manos de Franco cuando entrara en Guernica.

Tras los bombardeos de la aviación nazi, las ciudades de Guernica, Eibar y toda la cuenca del Deba, fueron arrasadas, pero la fábrica ASTRA quedó intacta al no ser marcada como objetivo. A las 13.20 horas del domingo 25 de abril de 1937, el Gerente José Rodríguez dijo a Rufino Unceta: "Los jefes nacionales conocen la situación de la fábrica. Ya saben que les somos leales. Y, lo más importante, necesitan nuestras armas para terminar la guerra. No tenemos nada que temer de los nacionales".

A pesar de los planes urdidos por sus jefes, los operarios que seguían fieles a la República decidieron desalojar la fábrica cuando el frente estaba a tan sólo 5 Km. de Guernica, trasladando la maquinaria que urgentemente pudieron cargar en unas camionetas a la localidad de Derio donde se instaló en unos pabellones que estaban detrás del Seminario, junto a las pistas del actual aeropuerto de Sondica, mientras que otra parte fue a parar bajo la tribuna de general del campo de fútbol de San Mames, perteneciente al Club Atletic de Bilbao.

En esas precarias condiciones siguieron produciendo armas para la República hasta que cayó el Cinturón de Hierro de Bilbao y las tropas de Franco se hicieron cargo de todo el material de la fábrica.

La ASTRA 400 se siguió fabricando durante el resto de la guerra en Guernica y, en la zona republicana, se fabricaron dos copias: una en Valencia, conocida como REPUBLICA ESPAÑOLA y otra en Tarrasa llamada Pistola ASCASO.

En Julio 1937, en la otra parte del globo, Japón invade Manchurria y la ciudad de Sanghai es arrasada y tomada por los japoneses, y con esto termina la actividad de la filial "ASTRA-CHINA Company".

Finalizada la guerra el gobierno de Franco desmovilizó la fábrica, devolviendo su propiedad a Unceta y Cia., que se convirtió en Sociedad Anónima, reanudando la producción de la ASTRA 400 hasta 1945 en que dejó de fabricarse.

En 1944, a solicitud del Gobierno alemán, sacó una variante más corta del Modelo 400 que pasó a ser denominada Pistola ASTRA Modelo 600 del 9 mm. Parabellum, calibre reglamentario en el ejército alemán. De este modelo se fabricaron unas 49.000 unidades, de los cuales sólo se entregaron 10.450 antes de que los franceses cerraran la frontera franco-española, y que combatieron codo a codo y sin ninguna clase de complejos en los frentes de la II Guerra Mundial con las afamadas Luger P.08 y Walther P.38.

Desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1998 en que cerró definitivamente sus puertas, la fábrica ASTRA produjo varios modelos de pistolas de gran calidad que gozaron de la simpatía del Ejército, de los Cuerpos de Seguridad y de los tiradores deportivos.

El 17 de Marzo de 1953 la empresa cambia su denominación por la de ASTRA-Unceta y Compañía, S.A.

En 1960, comenzó la producción de revólveres con el ASTRA CADIX de 9 cartuchos. Luego le seguirían muchos más modelos.

En 1995, cambia de nuevo el nombre por el de ASTRA SPORT SA, y en 1997, en plena crisis vuelve a cambiarlo, llamándose ASTRA Sport Guerniquesa de Mecanizado Tratamiento y Montaje de Armas SA.

Aunque la empresa ASTRA comenzó a negociar la adquisición de las patentes de la STAR y el traslado a otras instalaciones mas pequeñas, estos últimos esfuerzos no fructificaron y la quiebra selló sus puertas en Julio de 1998, y todo su inventario, incluyendo la colección de armas de la fábrica, fueron liquidados en 1999.

ASTRA fue una de las firmas armeras más importantes que ha tenido España. Por la calidad de sus productos, ha contado con una enorme proyección internacional, destinando muchos de ellos al difícil mercado estadounidense y sudamericano.