J.M. Firearms Collection

JOLOAR Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Talleres Jo.Lo.Ar
Eibar
1924
Semiautomático
1260 gr.
Estriada
Esta pistola es la heredera de la Sharp Shoter, patentada en 1918 con el Nº 68027 por el armero Torí­bio Arrizalaga y fabricada por la firma eibarresa Hijos de Calixto Arrizalaga.

En 1920, esta firma llegó a un acuerdo con el Sr. José López Arnaiz, dueño de la patente Nº 70235 de 1919, consistente en un sistema de carga por palanca, que añadido a la pistola que estaban fabricando dio como resultando la JO.LO.AR. Como se puede apreciar, sus letras corresponden a las dos primeras del nombre y los apellidos del dueño de la patente.

En 1923, la fábrica Hijos de Calixto Arrizalaga patentó la marca JO.LO.AR. Durante cierto tiempo colaboró con el armero Pedro Altuna en el perfeccionamiento del sistema, hasta que en 1927 cedió sus derechos a los talleres JO.LO.AR, que eran propiedad de Emérito y Carlos Echeverrí­a. Estos la siguieron construyendo hasta los principios de la década de 1930 en varios tamaños y calibres como: 6,36, 7,65, 9 Corto y 9 mm. Largo. También se fabricaron una pequeña cantidad en calibre 45 destinadas al mercado norteamericano.

Es un arma semiautomática y se puede montar a la manera convencional utilizando ambas manos. Pero la verdadera innovación está en la palanca de la corredera, con la cual se puede montar y disparar con una sola mano. Para ello eliminaron el arco del guardamonte, pues lo único que hací­a era impedir el movimiento de la palanca. También es posible hacerlo gracias a un resorte situado en su lado izquierdo, el cual, al pulsarlo hace que bascule el cañón hacia abajo para poder introducir la primera bala en la recámara, se coloca el cañón, se arma el martillo y queda preparada para disparar.

Popularmente es también conocida como "pistola para mancos" por su caracterí­stica técnica a la hora de armarla. Sobre ella circulan varias leyendas; una de ellas remonta su origen a un coronel de caballerí­a, del que se dice que diseñó el arma especialmente para el fundador de la Legión, el general Millán Astray, militar que entre sus innumerables taras fí­sicas, debidas todas ellas a heridas de guerra, contaba con la de ser manco.

La versión más extendida y la más aceptada, señala que se comercializó, a pesar de su falta de diseño y de la incomodidad de la palanca, debido a la cantidad de militares que quedaron tullidos después de la Guerra de ífrica durante la década de 1920.

La definitiva popularidad que a nivel mundial alcanzó esta arma se debe al regalo con que le agasajó la fábrica al Duce, Benito Mussolini, durante la histórica visita que le hizo Franco el 12 de febrero de 1941 a Bordighera (Italia). Dicho regalo consistió en una exquisita Jo.Lo.Ar. del calibre 9 mm. Largo especialmente construida en versión de lujo, con damasquinado en oro al mejor estilo toledano y con la leyenda "A Benito Mussolini, amaggio di la fábrica JO.O.AR.". Esta arma se encuentra actualmente en una colección privada norteamericana.

El ejército de Perú fue uno de los principales compradores de pistolas JOLOAR para dotar a su policí­a montada. Y es que el sistema de palanca era realmente práctico para un hombre a caballo, pues el jinete podí­a cargar su arma con una sola mano. También Portugal adquirió una pequeña cantidad de esta extraña arma. En 1969 la firma Interarms Corporation vendió gran parte de las JOLOAR peruanas a Estados Unidos.

Jesús Madriñán