J.M. Firearms Collection

PISTOLA LE GAULOIS Colección de Jesús Madriñán

Datos técnicos
Manufacture d´Armes et Cycles
Saint-Ettiene (Francia)
1893 - 1914
Fuego central
42 mm.
285 grs.
Estriada
En 1885, Pierre Blachon y Etienne Mimard se asociaron para fundar la empresa de venta por correspondencia “Manufacture Francaise d´Armes de Chasse et de Tir de Saint-Etienne”, donde se diseñó y fabricó la pistola Le Gaulois desde 1893 a 1914, año en que debido al comienzo de la Primera Guerra Mundial, cesó su producción, dedicándose exclusivamente a la fabricación de armas de guerra.

Al principio salió al mercado con el pomposo nombre de Le Mitrailleuse (La Ametralladora), pero su carencia de tiro era la de un revólver, no en ráfaga como su nombre inducí­a a creer. A partir de 1903 pasó a denominarse definitivamente Le Gaulois (La Gala), y la única diferencia entre ambas estriba en su punto de mira, que pasó de tener forma de medialuna a portar una del tipo cabeza de alfiler.

La patente invención de Le Mitrailleuse fue depositada en Parí­s el 3 de agosto de 1892 con el número 2.234.444, y en Bruselas el 17 de agosto del mismo año con el número 100.800.

Su extraño diseño extraplano la hace inconfundible a los ojos de cualquier coleccionista. Su pequeño tamaño hací­a que pudiese ser fácilmente portada sin despertar sospechas. Sí­ añadimos que por su aspecto distaba mucho de parecerse a cualquier otra arma convencional, se conseguí­a la innegable ventaja del factor sorpresa, que a la postre, era la misión de este tipo de armas "camufladas" en objetos cotidianos.

A partir de 1905, los modelos más lujosos, como el de esta colección, se entregaban acompañados de un estuche en forma petaca para puros realizada en piel rusa de color granate que, en vez de estar preparada para contener unos hermosos habanos, era en realidad su funda y cartuchera. Dentro, además del espacio reservado para el arma, habí­a una pequeña canana para 10 cartuchos. Con esta funda, podí­a ser portada o posada encima de una mesa sin que despertara sospecha alguna, dispuesta a abrir fuego en cualquier momento. El resto de Las Gaulois se entregaban en una simple caja de cartón.

Usaba unos cartuchos de 8 mm. diseñados especialmente para ella, no siendo extrapolables a ninguna otra arma en el mundo. De este modo la fábrica se aseguraba, además de la producción del arma, la exclusividad en la fabricación de su munición. Dicha munición, unida al pequeño tamaño de su cañón, hací­an que el arma sólo fuera medianamente efectiva a corta distancia.

Cargaba 5 cartuchos que se introducí­an por una ventanilla superior a la manera Mauser. Para dispararla, se contraí­a la palma de la mano, introduciendo una bala en la recámara a la vez que se producí­a el disparo, después, al abrir la mano, la vaina disparada era expulsada por la ventanilla de carga y una nueva bala quedaba preparada para ser disparada.

En el lateral izquierdo del arma, hay una palanca que cuenta con tres posiciones: seguro, fuego y desarme.

Cuatro fueron los modelos puestos a la venta:

- Nº 1.- Cachas de ebonita y armazón liso pulido o con pavón azulado.
- Nº 2.- Cachas de ebonita y armazón grabado niquelado o con pavón azulado.
- Nº 3.- Cachas de ebonita y armazón grabado niquelado o con pavón marrón.
- Nº 4.- Cachas de marfil y armazón cincelado o damasquinado.

La de esta colección pertenece al Nº 2, estando sus laterales grabados con preciosos motivos vegetales, producto de la corriente artí­stica del momento que en Francia se conocí­a como Art Noveau.

De estos modelos se han encontrado más de un centenar de variantes con muy pequeñas variaciones entre ellas, consistentes normalmente en el tipo de marcajes o en los acabados.

Su diseño es buena muestra del ingenio para desarrollar armas de camuflaje, verdaderas piezas de colección, que por su escasez pueden llegan a alcanzar valores desorbitados.

Jesús Madriñán